El ímpetu intelectual por la moneda única

Fulminado por un infarto en una cena que había convocado en Roma, ha fallecido Tomasso Padoa-Schioppa.

Economista graduado por la Bocconi y el MIT inició su carrera en la Banca de Italia, pasó a la Comisión Europea como director general, y allí elaboró en 1982 un informe defendiendo la unión económica y monetaria para resolver el cuarteto inconsistente (mercado común, movilidad de capitales, políticas monetarias independientes y tipos de cambio fijos) a partir de la trinidad imposible de Mundell. Su propuesta fue eliminar las políticas monetarias independientes a través de la moneda única y un Banco Central. Por esa razón fue llamado padre fundador e ímpetu intelectual del euro. El Informe Delors de 1989 desarrolló esta propuesta recogida en el Tratado de Maastricht. De vuelta a Italia, fue vicedirector de la Banca de Italia y presidente de la Consob (la Comisión Nacional del Mercado de Valores italiana).

Fue miembro del primer consejo ejecutivo del Banco Central Europeo hasta 2005. En 2006, Romano Prodi le nombró ministro de Economía, en donde consiguió aprobar la financiación de 2007. Un riguroso presupuesto para poner orden en la Hacienda del país. Además, fiel a su estilo de fino e irónico humor, introdujo innovaciones apreciadas en el léxico político, como el "tesoretto" para designar el excedente de ingresos obtenido, la polémica afirmación de los "impuestos bellísimos de pagar" y la no menos polémica propuesta de un recargo a los "bamboccioni", es decir, los hijos solteros mayores de 30 años viviendo en casa de los padres.

En su calidad de presidente de Notre Europe, el grupo creado por Jacques Delors para pensar la unidad europea, dirigió nuestro consejo anual en noviembre en París. Su preocupación era cómo salir de la crisis actual, a la que había dedicado un excelente libro-entrevista La veduta corta, además de ser asesor del Gobierno Papandreu. Con su ascético aspecto, nos expresó su preocupación por la situación de la Unión Europea, que sin ser responsable "podía convertirse en la víctima principal de la gran crisis actual. Paradoja que se debe al hecho de que la Unión está todavía, 60 años después de su fundación, en un estado intermedio entre la desunión y la unión que puede durar en condiciones normales, pero no subsistir bajo la enorme presión de una crisis tan grave como la presente".

Su mensaje para el próximo año se centraba en "repensar las políticas de la Unión, a menudo dispersas y faltas de ambición y de medios, en el seno de una verdadera estrategia para la economía europea". Sin él, la tarea será más difícil.

Enrique Barón Crespo es miembro del Consejo de Notre Europe.