En la diana del cotilleo ruso

Vogue Rusia dedica la portada de su número de enero a Alina Kabáyeva, famosa por haber sido campeona europea, mundial y olímpica de gimnasia rítmica, aunque en los últimos tiempos aparece en la prensa sobre todo por su supuesta relación con Vladímir Putin. Más aún, hay quien dice que el hijo que Kabáyeva tuvo el año pasado es fruto precisamente de esa relación con el primer ministro ruso.

La elección de la portada, que generalmente ocupan modelos profesionales, la hizo Victoria Davídova, nueva directora de la versión rusa de la revista. En ella, Kabáyeva, muy arreglada por el Photoshop, lleva el mismo vestido dorado de la colección Balmain con el que ya han sido fotografiadas Cindy Crawford, Anne Hathaway, Claudia Schiffer y Natalia Vodiánova.

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La elección de Davídova ha levantado mucha polémica. Los lectores se quejan de que teniendo en Rusia tantas modelos, ella sea la elegida. Y es que en los más de 10 años que lleva Vogue en Rusia, esta es solo la quinta vez en la que se pone en portada a una mujer que no es modelo.

Kabáyeva fue noticia junto con Putin hace dos años, después de que el periódico Moskovski Korrespondent publicara en abril de 2008 que el presidente saliente se disponía a divorciarse de su esposa Ludmila, con la que tiene dos hijas, y a casarse con Kabáyeva. Poco después, el director general del diario, Artiom Artiómov, dimitió y la publicación dejó de existir, oficialmente por razones económicas.

Y cuando en esa misma época en Italia un periodista le preguntó a Putin por su "inminente divorcio", este no pudo ocultar su irritación y contestó: "En lo que ha dicho no hay una sola palabra que sea verdad. Usted ha citado un artículo publicado en uno de nuestros periódicos amarillos. Yo siempre he tenido una actitud negativa ante los que meten su nariz griposa en la vida privada ajena y lo hacen con sus fantasías eróticas".

Ahora muchos se preguntan si la portada de Vogue con Kabáyeva no tendrá que ver con su presunta relación con Putin. El New York Post aventura que es una señal de que el primer ministro ha decidido, por fin, hacer público su amor con la gimnasta de 27 años.

Y es que, después de la experiencia del Moskovski Korrespondent, ningún medio en Rusia se ha atrevido a insinuar la posibilidad de que Kabáyeva sea la novia de Putin, ni menos que este sea el padre de su hijo, ni relaciona la portada de Vogue con el primer ministro.

Kabáyeva abandonó el deporte en 2007, pero ya antes había comenzado su carrera política: en diciembre de 2001 fue elegida al Consejo Supremo del partido gubernamental Rusia Unida, cargo que ocupó hasta 2005. En verano de ese año firmó la carta abierta de un grupo de rusos famosos en apoyo a la condena del magnate Mijaíl Jodorkovski. Ha sido miembro de la Cámara Pública (2005- 2007) y actualmente es diputada de la Duma Estatal.