El Vaticano asciende al expresidente de Cajasur que arruinó la entidad

El cura Santiago Gómez Sierra, último presidente de Cajasur y responsable de la entidad cordobesa en su ruinosa etapa económica final, ha sido ascendido por el Vaticano a obispo auxiliar de Sevilla. La Iglesia cierra así filas entorno a los gestores del Cabildo de Córdoba, quienes propiciaron que la caja, fundada por sacerdotes hace 132 años, fuese intervenida por el Banco de España y vendida en subasta a la vasca BBK. Como resultado, Gómez Sierra, junto al anterior presidente de Cajasur (Juan Moreno) y otros 38 miembros de los dos últimos consejos de administración se encuentran expedientados por el Banco de España. En un pliego de cargos se les acusa de tres faltas muy graves y una grave, con sanciones de hasta 150.000 euros y de 10 años de inhabilitación para formar parte de una entidad financiera. La antigua caja de la Iglesia ha perdido 950 millones de euros hasta septiembre.

Pero semejantes multas no quitan el sueño al expresidente de la entidad. "El expediente del Banco de España no encierra una preocupación excesiva ni para mí ni para el resto de los representantes del Cabildo en Cajasur. Ni tampoco para el resto de los miembros del consejo de administración", afirmó ayer. Gómez Sierra está tranquilo porque "no se nos acusa de ningún delito. Lo que reprocha el Banco de España es una política de riesgos de la entidad, que ellos juzgan equivocada", dijo.

La ascensión en la jerarquía eclesiástica de quien ha sido hasta ahora deán de la Catedral de Córdoba tampoco le blindará ante posibles sanciones administrativas o acciones judiciales. Así se encargó de recordarlo el propio Gómez Sierra. "La Iglesia no tienen ningún fuero propio en el que yo me pueda refugiar, soy un ciudadano como cualquier otro", subrayó. "Y estoy tranquilo para responder a las responsabilidades que como presidente y miembro del consejo de administración tenga que responder. No tengo ninguna preocupación en ese sentido", prosiguió.

Desde que se le apartó de la dirección de la caja, Gómez Sierra se ha mantenido alejado de los medios y apenas ha concedido entrevistas. Pero ayer respondió a las preguntas de los periodistas y no esquivó el tema de Cajasur. "Ha sido una etapa dura por las circunstancias que han concurrido y que son conocidas en la entidad. Me ha brindado la ocasión de conocer unos ámbitos que a mí me eran ajenos, porque toda mi vida había estado en ámbitos muy intraeclesiales", dijo en referencia a su desconocimiento del mundo financiero cuando llegó a Cajasur.

Con su nuevo destino, Gómez Sierra vuelve a estar a las órdenes de quien ya fue su obispo en Córdoba y hoy es el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo. Este defendió ayer al excajero porque, según él, dirigió la entidad, "con gran rectitud de intención e inteligencia teniendo en cuenta no sólo los intereses de la Iglesia, sino ante todo de los trabajadores".