Jared Leto ve luz al final del 'emo'
El actor, cantante de 30 Seconds To Mars, se enfrenta a los clichés del estilo que le dio fama adolescente
La puerta se estremece con cada golpe de la batería en una pequeña sala del Palacio de Vistalegre. Los protagonistas de la noche, no obstante, aún no han subido al escenario: el actor y cantante Jared Leto, su hermano y batería Shannon y el guitarrista Tomo Milicevic aparecen en la sala con su estilismo impecable: gorros de lana y guantes y tatuajes combinados con elegantes abrigos y complementos. En su nuevo disco, 30 seconds To Mars suenan menos desgarrados, menos traumáticos. La melancolía y los sentimientos a flor a piel, tan distintivos del emo (estilo musical con el que se les relaciona, algo a su pesar) ya no parecen tan intensos. "Supongo que creces, vas madurando", explica Jared, que está dispuesto a hablar de cualquier cosa menos de sus películas. "No mezclo una cosa con la otra, quiero que nos tomen en serio".
"Nuestras letras son una carta dirigida a quien escucha y siente algo"
Los seguidores son quinceañeros que visten de negro y llevan maquillaje
"Preferimos que los demás sean los que nos etiqueten. Nosotros renunciamos a ello", comentan entre los tres. "¿Sabes lo que dijo Andy Warhol sobre las etiquetas? Que no son para las personas. Puedes clasificar así a los perros, pero no lo que hacemos. Esto es rock pero es muchas otras cosas. Nos escuchan madres, hijas, sobrinos... y cada uno tiene sus razones", dice.
Fuera, aguarda una muchedumbre de sus seguidores, quinceañeros que visten de negro y llevan flequillos y maquillaje.
"Las letras son una carta dirigida a alguien, alguien la escucha y siente algo", explica Jared. Su hermano remata: "Los fans son una gran familia. Intentamos tenerles muy en cuenta". De ahí que la banda sea tan activa en las redes sociales y los fans votan las portadas de los discos, o aportan fotos y textos a un libro sobre la gira. "Los tiempos cambian, hay que hacerlo así", comenta Shannon.
La estética es importante, tan diversas como sus influencias, entre las que no incluyen ningún grupo emo. Lo cual, por cierto, es típicamente emo: My Chemical Romance o Jimmy Eat World, otros ejemplos de la versión más exitosa y accesible para el gran público.
Además del cine, Jared está muy ligado al mundo de la moda y la fotografía. "Sí bueno, en realidad le copio todo a Tomo", apunta Jared, señalando al guitarrista, que se ríe con la broma.
La solidaridad también tiene su espacio este grupo: el videoclip de Beautiful lie es una llamada de atención sobre el calentamiento global. Otros vídeos no han sido tan bien recibidos. Hurricane, que incluye este trabajo, no fue emitido en algunas cadenas por sus escenas de "sexo violento". Como siempre, seguramente la cosa no era para tanto y ellos no han dado demasiada importancia a la polémica. Tampoco creen que pase nada porque un grupo de rock versionee al producto musical del momento, Lady Gaga. "Bueno, eso fue una propuesta de la BBC, cuando grabamos allí, simplemente es algo que nos pareció bien en ese momento". Al fin y al cabo, la letra de Bad romance es sobre un desamor traumático. Y, en eso, 30 seconds to Mars son expertos.
Inconsolables a todo volumen
- Pero... ¿qué es el emo?: Aunque el término se usa para definir bandas muy distintas, el movimiento tiene un inicio claro: el disco Rites of Spring (1985), de la banda homónima. Emo es la abreviatura de emotional hardcore, una versión más melódica y atormentada del punk más agresivo.
- Mamá, yo también soy emo: En los años noventa, el fenómeno se convierte en una tribu urbana más, con una estética ecléctica pero inconfundible: flequillo de los que no dejan ver, ropa negra combinada con colores chillones y un aire gótico. Todo ello a juego con un poco de angustia existencial y el nadie-me-entiende adolescente.
- Españoles, el emo auténtico ha muerto. A estas alturas (mediados de la década pasada), la etiqueta se ha vuelto demasiado amplia. Surgen denominaciones como scrimo, que describe los gritos desgarrados que algunas bandas alternan con los pasajes más melódicos.
- My Chemical Romance, nuevos reyes del movimiento. La MTV es el escaparate ideal para las opciones más comerciales del género. Su estética oscura y atormentada se vuelve moda mundial a partir de 2005. My Chemical Romance es el ejemplo más obvio, sin perder de vista a otros grandes triunfadores como Fall Out Boy o Panic! At The Disco.
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