Menos cirugía estética, más bótox

La cara es lo que menos les gusta a los españoles. O, por lo menos, es de lo que más se operan: las cirugías faciales representaron el 41,6% de las 105.000 operaciones de estética que se hicieron en España el año pasado, según el primer informe al respecto que ha hecho la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).

La cifra representa aproximadamente un 27% menos que el año anterior, y la caída se debe a la crisis, dijo Francisco Menéndez-Graíño, vicepresidente de la sociedad. Estas operaciones "están íntimamente ligadas al nivel social y económico", y con la crisis bajan, como lo hacen "la venta de coches y de pisos", explicó Ezequiel Rodríguez, presidente de la Secpre.

Los hombres suben poco a poco y son el 12,3% de los clientes

Aunque no era objetivo del estudio, los expertos coinciden en que, a cambio, hay un aumento de otros procedimientos estéticos, como el uso de bótox, porque, de alguna manera, las personas preocupadas por su aspecto optan por algo más barato. "En Estados Unidos, por ejemplo, en los últimos 10 años el número de operaciones se ha estancado, pero el uso de otros procedimientos se ha multiplicado por seis", dijo Menéndez-Graíño.

Y es que las intervenciones son caras. Solo las clínicas ingresaron unos 106 millones de euros por estas operaciones, lo que supone más de mil euros por cada una. Y en esa cuenta no entran los honorarios de los médicos, que pueden ser desde otro tanto hasta seis veces esa cifra, dijo Menéndez-Graíño. El estudio no ha hecho el cálculo, pero no hay unas tarifas unificadas -ni siquiera orientativas-y todo depende de la competencia (de si existen muchas o pocas clínicas en la zona) y del nivel económico de la región. En España la proporción entre operaciones y otros tratamientos viene a ser de una a cuatro, calculan los expertos. Es decir, si se operan 105.000 personas, otras 400.000 se sometieron a otro tipo de tratamientos.

Después de la cara, lo que más se operaron los españoles fue el pecho (el 28,8%). La tercera intervención en la clasificación son las liposucciones (el 19% del total). Las mujeres son la inmensa mayoría de las clientas de estos centros: ellas se hicieron un 87,7% de las operaciones. Esta proporción va en un ligero descenso con el tiempo, pero que habrá que confirmar con las siguientes ediciones de este estudio.

La mayor parte de los intervenidos (el 42,9%) tenía entre 30 y 44 años. Solo el 22,5% era menor de 20 años. El estudio no distingue entre jóvenes y muy jóvenes, pero los casos de menores de edad son "excepcionales", dijo Antonio Porcuna, presidente de la Fundación Docente de la Secpre. Las causas son sencillas: la primera, que no pueden pagárselo. Y la segunda (aunque igual o más importante) que, según los profesionales, ellos no son partidarios de hacerlas ya que el cuerpo de los adolescentes no está todavía formado. Rodríguez indicó que en los más jóvenes las operaciones que se hacían (para corregir orejas muy separadas o una asimetría mamaria) eran por prescripción de un psicólogo, y las asumía la sanidad pública. De hecho, en comunidades como Andalucía, hace falta además del permiso parental un informe psicológico que acredite que el menor de edad necesita esa operación, señalaron. Por eso los expertos creen que esas informaciones sobre regalos en forma de cirugía estética ("si apruebas te dejo que te operes el pecho") son más una leyenda urbana que una realidad.

Por intervenciones, la más demandada es la liposucción, seguida del aumento de mama, la rinoplastia, la blefaroplastia (párpados) y la abdominoplastia. Este orden que se da en España es similar al del conjunto de las operaciones que se hacen en el mundo. Cambia que fuera se hacen más operaciones de párpados que de nariz. Para Rodríguez esto es fácil de justificar, ya que los antecesores de los españoles, como los judíos, solían tener narices grandes.

En términos absolutos, los estudios indican que España está entre el puesto 12 y el 15 del mundo en número de intervenciones. El líder es EE UU, seguido de China y Brasil. En la lista siguen India, México, Japón y Corea del Sur. Los profesionales destacan que el número de intervenciones responde a dos factores: la riqueza y el número total de población. Pero si se miden las operaciones por millón de habitantes, "estamos al nivel de EE UU", dijo Rodríguez.