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Camps presiona a Aguamarga para que abandone la Ciudad de la Luz

El Consell da por roto un contrato que deja en el aire el futuro de los estudios

La futuro de la Ciudad de la Luz, los estudios cinematográficos levantados en Alicante a instancias de la Generalitat y que iban a ser una referencia internacional, está en el aire. El Consell presiona a Aguamarga Gestión de Estudios, la empresa que explota los estudios cinematográficos desde el año 2000, para que deje las instalaciones el próximo 31 de diciembre. Una posibilidad a la que Aguamarga, que tiene contrato en firme hasta el año 2014, se niega dado que considera injustificada la ruptura unilateral del contrato por parte de la Generalitat.

La batalla entre el propietario y el inquilino ha alcanzado tal nivel de crudeza que las comunicaciones entre la empresa pública Ciudad de la Luz -que depende orgánicamente del vicepresidente económico Gerardo Camps- y Aguamarga -cuyo consejero delegado es el empresario Javier González- se realizan a través de notificaciones notariales.

La empresa pública debe dinero al gestor de los estudios, con contrato hasta 2014
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El Consell considera que el contrato está roto, dado que el nivel de ocupación de los estudios cinematográficos ha sido mucho menor del esperado, y plantea asumir directamente la gestión de los estudios de cine de manera temporal con la colaboración de "expertos" del sector.

Aguamarga sostiene, sin embargo, que parte de los problemas han estado generados por los impagos de Ciudad de la Luz -que llegaron a sumar 2,1 millones de euros y ahora se han reducido a 811.000 euros- y por una mala gestión consentida a los anteriores gestores de la empresa que hoy dirige González.

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La decisión de la Generalitat se produce, además, en un momento en que los nuevos gestores de Aguamarga han realizado una ampliación de capital, han renegociado su deuda con los proveedores y plantean un cambio estratégico en la gestión, con mayor presencia de las producciones televisivas españolas y distintas producciones cinematográficas entre las que destaca un proyecto presupuestado en 130 millones de dólares y ocho meses de ocupación de los estudios.

Los argumentos de Aguamarga han sido, sin embargo, ignorados hasta ahora, cuyos gestores han comprobado con estupor como Ciudad de la Luz remitía a todos los proveedores y posibles clientes una carta advirtiéndoles de que la empresa que gestionaba los estudios de cine alicantinos dejará de hacerlo con fecha 1 de enero.

En el transfondo de la disputa está la situación financiera de la Generalitat. Con una inversión estimada, una vez esten concluidas las obras previstas, de 300 millones de euros en la Ciudad de la Luz; unas pérdidas en 2009 de más de 24 millones de euros y una política de incentivos opaca -sólo Asterix en los Juegos Olímpicos recibió 4,7 millones de euros-, el Consell se enfrenta ahora al dilema de renegociar con los nuevos gestores de Aguamarga, que proponen un cambio de gestión, o bien dejar dormir unos estudios enfrentados a un futuro complicado.

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