Los Smith arrasan en familia

"Eso es lo que pasa cuando te juntas con los Smith", cuenta con desparpajo Willow Smith en sus entrevistas. Tiene 10 años y es la menor de los Smith, la familia que bajo el apellido más común en EE UU esconde una de las mayores fortunas de Hollywood. A ella pertenece el actor, productor, rapero y estrella de cine y televisión Will Smith, que a sus 42 años es uno de los hombres más ricos de Hollywood. Si Will es el padre y la actriz Jada Pinkett-Smith, la madre, Jaden es el hermano mayor y el taquillero protagonista de la última versión de Karate Kid.

Willow ha sido la última de la familia en triunfar. En solo unos meses se refieren a ella como la pequeña Rihanna tras su primer sencillo Whip my hair, que en una semana se coló entre los 100 discos más escuchados de Billboard y será número uno en Reino Unido antes de que acabe el año. Willow ha heredado la sonrisa y el gesto desafiante de su padre y la energía y seguridad de su madre. A ellos se refiere siempre como su fuente de inspiración.

El actor ha dejado a un lado su carrera para concentrarse en las de sus hijos

De lo que no hablan tanto los Smith es de su posición privilegiada en la industria. "No presto atención a ese tipo de cosas", declaró recientemente Jaden. Algo que en parte debe ser cierto ya que el rapero Jay-Z fichó a Willow para su sello discográfico, Roc Nation, sin saber quiénes eran sus padres.

De lo que sí se han beneficiado los Smith es de que el patriarca de la familia ofreció oportunidades a todos sus hijos. Incluso al mayor, Williard Christopher más conocido como Trey, de 18 años fruto de su matrimonio con Sheree Zampino, quien ya de niño participó en el vídeo de su padre Just the two of us. Lo mismo ocurrió con Jaden, de 12 años, cuyo debut artístico fue también junto a su padre en The pursuit of happiness. Y Willow también participó en otro de los vídeos de su padre cuando tenía cuatro años. Todos han pasado por la escuela Smith de artes. El padre está tan volcado en sus hijos que ha dejado su carrera en segundo plano para concentrarse en las de ellos y no duda en acompañarlos allá donde quiera que van.

Willow se metió hace unos días en un lío cuando habló con desparpajo de su absentismo escolar. "Nunca alcanzo a mis compañeros de clase porque estoy siempre de gira o con mi padre", comentó recientemente en una entrevista. Su confesión provocó tal polémica que luego tuvo que aclarar que cuenta con un tutor que le da clases fuera del colegio. Y es que su futuro en el mundo de la música se presenta prometedor.

Willow será una de las cantantes que despedirán el año en el especial Año Nuevo que presenta en EE UU Ryan Seacrest. En esta emblemática gala compartirá escenario con Avril Lavigne y Fergie. También tiene anunciada una gira por Europa junto al otro infante ídolo de masas, Justin Beiber, a partir del próximo mes de marzo. Ella admite que este apretado calendario es el precio de la fama, que es "estupenda, pero puede ser dura ya que quieres estar con tus amigos cuando tienes que trabajar y hacer discos multiplatino". Una carrera que en cualquier caso se toma muy en serio porque Willow está en esto de la canción no solo porque es lo que siempre ha querido hacer sino por dar ejemplo, hacer como sus padres y servir de inspiración, dice.

"Estoy cambiando la vida de la gente porque mis canciones les ayudan a sentirse más seguros de sí mismos", afirmó la pequeña, segura al menos de cambiar a los de su generación haciéndoles sentir más independientes, pidiéndoles a sus padres que les escuchen como ella ha sido escuchada en su casa.