Nilmar es suficiente
Con pragmatismo y sin brillo, el Villarreal vence a un Sevilla insulso
Con menos púrpura de la acostumbrada, pero con igual solvencia y claridad y sin perder nunca su identidad, el Villarreal venció a un apagado y austero Sevilla, que solo tuvo arrojo para asomarse a la portería de Diego López en los minutos finales, fruto más de la estrechez del marcador que de las prestaciones ofrecidas. Una vez más, el conjunto de Garrido mostró equilibrio y, por momentos, brillantez. Un nuevo gol de Nilmar le bastó. Argumentos más que suficientes para derrotar a un insulso Sevilla, al que aleja a 10 puntos.
De salida, quiso el Sevilla quitarse de encima la imagen pasiva demostrada tres días atrás en París, ante el PSG en la Liga Europa, siendo más intenso en la presión y contundente en la defensa. Nilmar lo sufrió en su tobillo derecho en una durísima entrada de Martín Cáceres, aunque la jugada estuviera invalidada por un fuera de juego que no había existido.
VILLARREAL 1 - SEVILLA 0
Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Musacchio, Catalá; Cazorla (Borja Valero, m. 66), Senna, Bruno, Cani (Capdevila, m. 81); Rossi (Marco Rubén, m. 84) y Nilmar. No utilizados: Juan Carlos; Mario, Jefferson Montero y Altidore.
Sevilla: Palop; Dabo, Martín Cáceres, Alexis, Fernando Navarro; Romaric (Negredo, m. 55), Zokora (Alfaro, m. 85); José Carlos (Capel, m. 55), Cigarini, Perotti; y Kanouté. No utilizados: Javi Varas; Escudé, Renato y Rodri.
Gol: 1-0. M. 29. Nilmar recibe un pase de Rossi y marca tras evitar a Palop.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Zokora, Musacchio, Kanouté, Rossi, Martín Cáceres y Bruno.
Unos 20.000 espectadores en El Madrigal.
Especialista en los mano a mano con el portero, el brasileño suma nueve goles
El Villarreal actual no se achanta ante equipos vigorosos ni tampoco se desespera ante los sistemas cerrados que cada vez más a menudo se encuentra por el camino. Si en teoría el Sevilla no se expuso de manera romántica, en la práctica resultó mucho más conservador de lo aparente. Por si Zokora y Romaric no fueran suficientes puntales en el centro del campo con escasas luces para inventar, Cigarini completaba un trivote para hacérselo mirar. Y, en punta, Kanouté con la querencia de retrasar su posición y tener contacto con el esférico para ofrecérselo a nadie, estando todos sus compañeros más pendientes de no perder la posición que de ganársela al contrario.
Los 10 minutos de tanteo y cortesía que concede el Villarreal no le dieron al Sevilla ni para crear media ocasión. Apagados los extremos, José Carlos y Perotti, el conjunto de Gregorio Manzano fue dando pasos atrás a medida que los creativos amarillos daban calor a la pelota y color al juego. Atrincherado el Sevilla, no pudo evitar que apareciera la magia en el Villarreal. Rossi vio con claridad un desmarque de Nilmar que el internacional brasileño convirtió en gol tras sortear la desesperada salida de Palop. Nueve goles lleva anotados ya Nilmar, un tranquilo especialista cuando se enfrenta mano a mano a los porteros rivales.
Iniciado el segundo periodo, soltó lastre Manzano con la retirada de Romaric y José Carlos y la entrada de Negredo y Capel. A falta de 20 minutos, llegó la primera intervención de Diego López, soberbia eso sí, a cabezazo de Kanouté. A falta de ocho, repitió el portero lucense cuando Fernando Navarro cantaba el empate en un tiro raso y cercano en el segundo palo. Diego López demostró unos extraordinarios reflejos para reaccionar y lanzarse al suelo rapidísimo pese a sus casi dos metros de estatura. El Sevilla dispuso además de un gol anulado a Negredo, un disparo con el exterior de la zurda invalidado previamente por un discutible fuera de juego.
Fueron los últimos minutos del partido cuando el Sevilla mostró cierto orgullo para maquillar una actuación que deja en evidencia que está lejos de ser el que hasta hace poco fue. Lejos de un solvente Villarreal.
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