"No tenemos ni para comer"
Los 20 se apiñan en una esquina de la Terminal 4, con el cuerpo cortado por el cambio horario y sin nada en el estómago por problemas de pasta. Guillermo Broomfield y otros 19 hondureños llegaron de Miami al aeropuerto de Madrid-Barajas el viernes a las ocho de la mañana. Era un vuelo de tránsito con destino final en Génova. Son marineros, personal de cabina y asistentes de un crucero que espera atracado en el puerto de la ciudad norteña italiana. Los afectados, de entre 20 y 30 años, pasarán los próximos meses a bordo para ahorrar y mandar dinero a casa.
La "huelga salvaje" de los controladores que repiten sin cesar los altavoces de la T-4 les dejó tirados en el pasillo donde ahora intentan echar una cabezada. Pasaron la primera noche en un hotel, con los gastos pagados por Iberia. Ayer la compañía les ponía reparos para cubrir los gastos de la segunda noche. "No tenemos dinero ni para comer, solo esperábamos estar aquí unas horas", explica Guillermo. "Hoy va a ser un largo día, muchachos", añade Nelson a la tropa.
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