Un museo dentro de un museo
Un puente de la Constitución para conocer el palacio Marqués de Dos Aguas y toda la cerámica del Museo Nacional González Martí
El continente no siempre hace al contenido. Una premisa cierta que, en el caso del Museo Nacional de Cerámica González Martí, se rompe a favor del espectador. El Palacio del Marqués de Dos Aguas de Valencia, edificado en la última década del siglo XV y reformado en 1740 por orden del marqués, está ligado indisolublemente al filántropo decimonónico Manuel González Martí. El promotor de la colección nacional de cerámica que, desde 1941, se alberga en la suntuaria sede berniniana de Valencia.
"Cuando el museo de Cerámica González Martí se trasladó al palacio del Marqués de Dos Aguas, su fundador contactó con pintores, escritores, amigos de su juventud. Con piezas de todos ellos hizo un nuevo museo, que añadió a la gran colección de cerámica", explica en una visita guiada Jaume Coll, director del museo nacional desde 1998, cuando volvió a abrir sus puertas con "el palacio recuperado".
El tradicional belén napolitano se exhibe desde la Inmaculada
El museo amplía su colección de cerámica de l'Alcora del XVIII
En los siete años de reformas reaparecieron salas, artesonados ocultos entre paredes falsas, y estucos venecianos que no tenían nada que ver con las capas de pintura acumulada. Ahí está el recuperado Tocador de diario, con sus pálidos azules y el estuco veneciano original. O el último Salón de Porcelana de 1863 de Europa, labrado de muebles de la antigua fábrica real de Dresden y relieves de la fábrica imperial de Meissen, adquirido por el marqués en París.
"Con la recuperación del palacio entre 1990 y 1997, se cumplió el sueño de González Martí de un museo dentro del museo", apunta Coll.
"A partir de los años sesenta, cada dos o tres años, su director, González Martí, creaba un museo dentro de otro, con donaciones de artistas", recuerda Coll. De esa vocación de coleccionista nacen el Museo del Traje, el Museo de los Abanicos, la Sala Blasco Ibáñez, que se inauguró un domingo con el recinto cerrado porque entonces el escritor y amigo de González Martí no era bien visto.
Para que el público pueda ir viendo una parte de las 27.000 piezas inventariadas, la dirección del museo puso en marcha la "pieza del mes". Una fórmula que permite sacar los fondos que no se pueden mostrar en la permanente por falta de espacio. El museo estatal está pendiente desde 2007 de autorización del plan especial de ampliación por parte del Ayuntamiento. Coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte de la soprano Lucrecia Bori (Valencia 1887-Nueva York 1960) se puede ver el quimono de cuello de esmoquin que llevó en Milán en Madama Butterfly. Una donación de la soprano, que fue íntima amiga de González Martí y su esposa Amelia Cuñat.
El museo presenta también, desde el 17, la colección de cerámica de l'Alcora, ciudad castellonense que "en 1725 era la principal proveedora de porcelana en medio mundo". El puente de la Constitución el museo abre sus puertas, de forma excepcional. Una oportunidad para ver de paso el tradicional belén napolitano.
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