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Atenciones universales

Cruz Roja y Media Luna Roja intercambian experiencias

María Fabra

Las actividades de atención a la dependencia dirigidas a mayores, discapacitados y enfermos mentales son tan efectivas y positivas en España como en Egipto. Así quedó patente ayer en la visita de una treintena de representantes de la Media Luna Roja, procedentes de 10 países diferentes, que acudieron a Castellón para un intercambio de experiencias. El objetivo fundamental era comprobar si los programas que se desarrollan en Castellón, Valencia y Madrid (que son las tres ciudades que visitarán) son exportables a países como Marruecos, Argelia, Palestina, Bosnia-Herzegovina, Líbano, Italia, Egipto, Andorra, Túnez y Serbia.

La plantación de un huerto ecológico, la escuela de salud para familiares y cuidadores, el taller de floristería para los enfermos mentales o algo tan económico como el programa Viaja con nosotros que permite, a través de Internet, revisitar los lugares en los que los mayores pasaron su infancia, su exilio o su luna de miel, fueron algunas de las actividades que más llamaron la atención de los representantes de la Media Luna Roja. Sin embargo, también consideraron asumibles los planes de empleo y de formación para la inclusión.

La institución humanitaria española exportará algunos programas

Tal como explicó el coordinador provincial de Cruz Roja Castellón, Rubén Peris, "cada país desarrolla sus acciones dependiendo de sus necesidades, pero muchas de ellas sí son exportables".

Aunque recibieron información sobre ellas, las actividades referidas a la integración de inmigrantes no calaron de la misma manera que las destinadas a otros grupos con riesgo de exclusión, aunque los representantes de la Media Luna Roja sí tomaron nota de la labor que se realiza con estos en un centro de barrio, en el que los voluntarios de Cruz Roja trabajan coordinados con el centro escolar y con otros agentes sociales de la zona.

El presidente de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana, Fernando del Rosario, destacó la preocupación generalizada por la exclusión, "que es la negación de la dignidad de las personas", y por el compromiso que en este ámbito tienen tanto la organización en España como en el resto de países del Mediterráneo agrupados en el Centro para la Cooperación en el Mediterráneo, que ha promovido el programa de intercambio de experiencias. Y sostuvo que, en el caso español, aunque la solicitud de atención se ha incrementado con nuevos perfiles, debido a la crisis, tanto el número de voluntarios como de socios se ha incrementado en el último año.

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En la Comunidad Valenciana, el número de voluntarios se ha incrementado en, aproximadamente, 3.000 personas, mientras que, por ejemplo, en Castellón, el número de socios ha registrado un aumento del 10%. "En época de crisis, la gente quiere comprometerse", señaló Del Rosario.

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