El Gobierno rebaja a "suspenso puntual" su fallo, entre el acoso de la oposición

Los calendarios legislativos se hacen para incumplirlos. Ese parece, al menos, el mínimo común denominador de la mayoría de los Ejecutivos que han gobernado Euskadi desde 1979. Los del primer lehendakari, Carlos Garaikoetxea, y los sucesivos de José Antonio Ardanza, primero del PNV y en coalición después con el PSE, dejaron en los cajones más leyes de las que aprobaron, entre ellas la Municipal. Juan José Ibarretxe y sus socios de EA y EB aprendió la lección y, para evitar críticas, cortó el problema de raíz: ni siquiera presentó calendario legislativo en los dos últimos mandatos.

El primer Gobierno vasco socialista ha tropezado ahora en la misma piedra, con el agravante de que el retraso afecta de una u otra forma a una veintena de leyes que se marcó como objetivo al llegar a Ajuria Enea, entre ellas la Municipal y la de Derecho a la Vivienda. En total, 16 proyectos quedan aplazados, dos se retiran -la ley de Declaración de Bien Cultural Clasificado y la de la Agencia Vasca de Emergencias y Meteorología- y dos más se suspenden -Consejo de Mujeres para la Igualdad y modificación de la de Cooperativas-.

"Les ofrecemos nuestra experiencia", ironiza el PNV

"Asumimos un suspenso en esta evaluación, pero vamos a aprobar a final de curso; es solo un retraso", respondieron ayer fuentes del Gobierno a las duras críticas que le llovieron desde toda la oposicón e incluso su socio preferente, el PP.

El lehendakari, Patxi López, explicará en el Parlamento, si algún grupo se lo pide -Aralar y las formaciones del Mixto ya han adelantado esa intención- que se trata de un simple retraso "que no tiene más historia" y que lo que realmente cuenta es el volumen de leyes que se van a aprobar esta legislatura.

El PNV, que se encontró con munición inesperada en plena polémica con los socialistas, lanzó un duro ataque al equipo de López. Su portavoz parlamentario, Joseba Egibar y el presidente de la ejecutiva vizcaína, Andoni Ortuzar, interpretaron que a los socialistas les supera el día a día. "Los aconteciemientos le superan", sostuvo el primero. "Les ofrecemos nuestra experiencia", ironizó Ortuzar, quien achacó el retraso no solo a imprevisión, sino a "incapacidad y prepotencia".

El PP considera "injustificable el incumplimiento masivo" del calendario, porque pone en entredicho la capacidad del equipo al que apoyan. "La imagen que ofrecen es deleznable", dijo a EL PAÍS su portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda.

Si en un primer momento el Gabinete de Patxi López asumió con naturalidad el retraso y lo comunicó como un ejemplo de transparencia en la gestión, a medida que se sucedían las críticas, los socialistas empezaron a fajarse más. Su portavoz, José Antonio Pastor, salió en defensa del Ejecutivo. "Que no se preocupe el PNV, porque frente a quienes solo aprobaban los presupuestos [en referencia al tripartito], y a veces ni eso, esta legislatura se va a hartar de votar leyes", sostuvo.

Algunas fuentes consultadas incluso sugirieron que en algún caso los plazos se han alargado por la lentitud de los servicios del propio Ejecutivo.