Un terrorista disfrazado de policía mata a seis soldados de la OTAN en Afganistán

Seis soldados de la OTAN, posiblemente estadounidenses ya que son los que operan en la oriental provincia afgana de Nangarhar, resultaron muertos ayer por los disparos de un policía durante unos ejercicios militares, según fuentes de la coalición internacional. Es el peor ataque que sufren las tropas extranjeras en más de un año por supuestos agentes encubiertos. Se cree que quien realizó los disparos es un terrorista disfrazado con el uniforme de la policía fronteriza, aunque no se descarta que haya sido un miembro en activo de las fuerzas de seguridad.

El mortífero ataque es el último de una serie de atentados realizados en estos meses por agentes dobles de la seguridad y de la insurgencia, que minan los esfuerzos de la OTAN por dejar la seguridad del Estado en poder de la policía y el Ejército afganos a partir del año próximo.

Según las autoridades afganas, desde el año pasado se han estrechado los controles sobre los miembros de los cuerpos de seguridad para impedir este tipo de incidentes que, entre otros, en agosto pasado costaron la vida a dos guardias civiles españoles encargados de entrenar a policías afganos y en noviembre del año pasado a cinco militares británicos.

Aminulá Amarjil, jefe de la policía fronteriza en el este de Afganistán, afirmó que el tiroteo se produjo en la provincia de Nangarhar, fronteriza con Pakistán. La absoluta mayoría de los soldados extranjeros destacados en esa zona son estadounidenses.

"Un individuo con uniforme de la policía fronteriza afgana volvió su arma hacia las Fuerzas Internacionales para Asistencia a la Seguridad [ISAF, en sus siglas en inglés] que se encontraban en misión de entrenamiento, y mató a seis soldados en el este de Afganistán", señala el comunicado hecho público por la ISAF.

El informe señala también que el hombre fue abatido en el momento, pero no da ningún otro detalle, ni se refiere a la nacionalidad de los soldados extranjeros muertos.

Los talibanes, que suelen reivindicar de inmediato este tipo de ataques contra las tropas de la OTAN, no reclamaron la autoría. El portavoz talibán se limitó a indicar que un policía giró su arma contra los entrenadores.

Es el ataque más sangriento que sufre la OTAN desde el 14 de octubre, en que murieron ocho soldados de ISAF en cinco incidentes distintos.