Bilbao intensificará el control sobre los autobuses urbanos
El servicio recupera la normalidad tras 16 días de huelga
Los autobuses de Bilbobus volvieron a circular ayer con normalidad por la capital vizcaína tras 16 días de huelga que se han saldado con más de medio centenar de unidades -un tercio de la flota- atacadas y múltiples perjuicios a los 85.000 usuarios habituales del servicio. El coste total de los daños a los autocares supera los 100.000 euros.
Un acuerdo entre el comité de empresa y la compañía adjudicataria, Veolia, ha permitido poner fin a los paros. Ambas partes aceptaron finalmente la propuesta que les hizo llegar el mediador, el abogado Iñaki Eguskizaga. La plantilla adoptó la decisión por mayoría, pese a que no le gustó "nada" el contenido de un planteamiento que no tenía carácter vinculante.
La oposición acusa al equipo de gobierno de haber apoyado a Veolia
La compañía también decidió dar por buena la propuesta a última hora del miércoles, pese a que inicialmente había discrepado del aumento salarial (el IPC más un 1,5%) que proponía el mediador.
Una moción presentada por el PSE en el pleno del Ayuntamiento para fijar un sistema de revisión del funcionamiento de los autocares dio pie ayer a una cascada de reproches de la oposición al equipo de gobierno por la gestión de los paros. Los socialistas acusaron al consistorio de haber tomado partido a favor de Veolia, mientras el PP criticaba su "tardía" reacción.
El concejal de Circulación y Transportes, el peneuvista Ibon Areso, negó tal respaldo a la multinacional francesa y subrayó que el supuesto deterioro de las unidades no formó parte de los puntos reclamados por el comité de empresa, sino que esa cuestión fue tomada solo para hacer "ruido". Areso recalcó que no existe ningún problema de inseguridad en relación al estado de los autocares "tal y como se ha vendido". En cualquier caso, el consistorio aceptó, a través de una enmienda, intensificar el control del mantenimiento de las unidades de Bilbobus. En concreto, la empresa externa contratada por el Ayuntamiento para hacer el seguimiento del estado de los autocares deberá buscar la "excelencia" en sus inspecciones, que serán más severas.
Los aspectos en que se hará hincapié serán la limpieza, el estado de los neumáticos, la puntualidad y el mantenimiento general de las unidades. Areso subrayó que ningún autobús tuvo problemas en la ITV y que la satisfacción de los usuarios es mayor y el índice de siniestros menor desde que Veolia se hizo cargo del servicio en 2008.
El debate no estuvo exento de tensión y Areso llegó a referirse un conflicto similar con el que tuvo que lidiar el actual consejero de Interior, Rodolfo Ares cuando fue, entre 1983 y 1990, delegado de Área de Urbanismo, Circulación y Transportes en el consistorio bilbaíno. "Entonces llegaron a un laudo obligatorio para solucionar el conflicto", rememoró.
El coste de los daños materiales acumulados durante la huelga será asumido por la empresa, según confirmaron fuentes de Veolia. La investigación abierta por la Ertzaintza a varios trabajadores de Bilbobus como supuestos autores de los reiterados sabotajes que sufrieron los vehículos sigue su curso.
El dispositivo especial de vigilancia establecido por la Policía Municipal con motivo de los paros arrojó indicios que podrían vincular de forma directa a algún empleado con estos sucesos, lo que facilitó a la Ertzaintza la identificación de los sospechosos. Las pesquisas arrancaron a raíz de las pistas halladas en los vehículos particulares de algunos trabajadores.
Pacto en Bilbobus
- Incremento salarial del IPC más un 1,5%, así como una subida de 320 euros en la paga de marzo para los 700 trabajadores.
- Devolución de las horas extraordinarias acumaladas a través de quincenas de vacaciones.
- El informe del mediador también concluye la equipación laboral progresiva a partir del 1 de enero de la parte de la plantilla que ahora trabaja el 85% de la jornada.
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