PSE y PNV ahondan su enfrentamiento con un agrio intercambio de insultos

Los dos principales partidos vascos se enfangaron ayer en un estéril cruce de descalificaciones que relegó el debate político a un segundo plano. Socialistas y PNV, a través de sus respectivas direcciones, se acusaron mutuamente de avivar una campaña de "insultos, injurias y calumnias" de la que ambas formaciones se presentan como víctimas. Fue el culmen de una semana marcada por un creciente intercambio de reprobaciones e insultos tras el acuerdo presupuestario alcanzado por los nacionalistas con el PSOE en Madrid.

El fuego lo abrió ayer el PNV, aunque desde su segunda batería. Fue el alcalde de Leioa, Eneko Arruebarrena, quien destapó la caja de los truenos al llamar a través de su perfil en Twitter. "pelele" al lehendakari. "¿Alguien se ha dado cuenta de cómo se pronuncia el acrónimo de Patxi López Lehendakari?" -es decir PLL- preguntó a sus seguidores en Internet, antes de aportar la respuesta que desencadenó la polémica. "Pelele: toda una definición del personaje".

El alcalde de Leioa pide disculpas tras llamar "pelele" al 'lehendakari'

La respuesta no se hizo esperar. Pese a la escasa difusión del mensaje del regidor, la ejecutiva del PSE emitió una durísima nota en la que instó al líder peneuvista, Iñigo Urkullu, a que "haga callar" entre los suyos las descalificaciones hacia el lehendakari, ya que "está en juego la dignidad de las instituciones". Para los socialistas, las palabras de Arruebarrena han sido la gota que colma el vaso de su paciencia. "Hemos aguantado desde el inicio, para no alimentar la crispación política y social, las arremetidas deslegitimadoras que llegaron a tachar de golpe institucional la constitución del Gobierno vasco, pero todo tiene un límite y no vamos a pasar ni una más", advirtió el partido.

El PSE dirigió también su punto de mira hacia la asociación municipal Eudel y pidió a su presidente, el peneuvista Jokin Bildarratz, que "tome cartas en el asunto", dado que el autor de la acusación es un alcalde.

Además, avisó al PNV de que si continúa con su pretensión de "embarrar la vida política" tendrá enfrente a los socialistas, "con todas sus consecuencias". "Si hay que ir a la Fiscalía, interponer alguna querella o sacar sus miserias, lo haremos", concretó a EL PAÍS su portavoz, José Antonio Pastor, quien tildó la estrategia política peneuvista de "barriobajera y de cloaca".

Dada la repercusión de su comentario, el alcalde de Leioa asumió poco después su "error" a través de Twitter y pidió "disculpas públicas al lehendakari", aunque demandó que "tampoco den demasiadas lecciones" quienes tacharon de "enajenado" al anterior presidente vasco, Juan José Ibarretxe. Más contundente fue la respuesta del propio Urkullu, quien lejos de reclamar explicaciones a los suyos, exigió al PSE que muestre "el debido respeto institucional" al PNV.

Para los nacionalistas, la "cadena de descalificaciones gravísimas" la puso en marcha el propio López el sábado, cuando acusó al PNV de "venderse al mejor postor", en referencia a su acuerdo con el Gobierno de Zapatero. Un "insulto intolerable", según lamentó Urkullu en otra nota, que "traspasó la barrera que separa lo legítimo de lo indecente". No obstante, el líder peneuvista instó a los suyos a "no dar pie" a este tipo de situaciones.