Lección aprendida
Tras jugar 12 partidos menos que en 2008, su mejor curso hasta ahora, Nadal busca las semifinales donde no estará Ferrer
"Lo más importante es aprender una lección cada vez que pierdes. Debo decir algo: vivir no es divertido cuando te estás pegando cabezazos contra una pared todo el tiempo". La frase es de John 'Big Mac' McEnroe. La figurada cabeza, largo y duro el proceso de prueba y error hasta encontrar el método correcto, podría ser de Rafael Nadal en 2009: el número uno cerró ese curso sumando una victoria y nueve derrotas contra los otros diez mejores desde el verano. Ahora, a un mundo de aquel jugador que aún suturaba en su interior las heridas abiertas por una tendinitis en las rodillas, es otro el resultado: tras reducir su calendario, Nadal suma nueve victorias y cuatro derrotas contra los mejores antes de jugar hoy (15.00, Teledeporte) con el checo Berdych. Si el español gana un set, estará en semifinales de la Copa de Maestros. Si queda segundo del Grupo A, jugará la penúltima ronda contra Roger Federer, clasificado ayer primero del Grupo B tras vencer 7-6 y 6-3 a Soderling. Aquí, las directrices que le han dado tres grandes este curso. Aquí, el peso de seis meses de gobierno.
Desde verano hasta finales de 2009, Nadal solo sumó una victoria ante los 10 mejores, este curso lleva nueve
"Esto no es fútbol, aquí depende de lo que ganes para planificar las cosas", dice Rafa
"Después de ganar el Abierto de Estados Unidos me ha costado mentalmente, porque completé un círculo (los cuatro grandes) y se me hizo difícil seguir", explica el número uno. "Debí ganar el torneo de Bangkok, gané el de Tokio y llegué tocado a Shanghai. La lección es que si vuelve a darse esta situación, que ojalá, la debo enfocar mentalmente de otra manera. Es una lección más en mi carrera. Si se repite, aprendida está. Me pasó con Wimbledon la primera vez que fui tras ganar Roland Garros. No ha vuelto a pasar".
Están, también, las lecciones transmitidas por el boca oreja de los compañeros. Mientras Nadal reflexiona, Roger Federer, anuncia su calendario para 2011. Únicamente jugará 16 torneos oficiales. Nadal ha jugado 18 en 2010. Por ahí van los tiros de los mejores. En 2008, el español ganó Roland Garros, Wimbledon y el oro olímpico. Jugó 93 partidos y acabó fundido y lesionado: renunció a la Copa de Maestros y a la final de la Davis. Este año, favorito en Londres, ha disputado 78 y sumará 81 como máximo. Serían 12 partidos menos y una cosecha mayor: Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. ¿Será esa la lección aprendida para 2011? ¿Dejará el español de jugar la Copa Davis, a la que no acudió en 2010 por problemas físicos? ¿Prescindirá otra vez de Barcelona por precaución? ¿Habrá lesiones que le impidan acudir de nuevo a torneos como Rotterdam o París-Bercy, descargando así su calendario?
"No se puede pensar en el futuro, cuando el futuro es incierto", dice Nadal. "Esto no es el fútbol. Ahí se sabe muy aproximadamente cuántos partidos vas a jugar. Aquí depende de lo que ganes para planificar las cosas". Esto es lo que se sabe del futuro: Nadal descasará cinco días y arrancará la pretemporada. Albert Costa, el seleccionador, cuenta con él para jugar la primera ronda de la Copa Davis contra Bélgica, según fuentes federativas. Luego llegarán la gira de cemento y una decisión clave: el serbio Djokovic tiene una oferta para jugar una exhibición en Bogotá, Colombia, entre Indian Wells y Miami. El promotor de la cita sueña con que le acompañe Nadal. Queda la cuestión del Godó, donde su participación se ve favorecida por los cambios del calendario. Antes, sin embargo, está Londres. Antes, ahí, bajo el cortante frío que revuelve las aguas del Támesis, quedó eliminado David Ferrer (doble 6-2) contra Murray que estará en semifinales. Y antes, frente al desafío de alcanzar las semifinales, Nadal revisita la final de Wimbledon: le espera Berdych. Sobre el cemento azul de Londres, dos tenistas y sus guadañas. Saltarán chispas.
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