Rajoy pide a Zapatero más coraje y promete acabar con la crisis
El PP suaviza pero no retira sus dudas sobre las cuentas públicas
No estaba en el discurso oficial preparado para el mitin del cierre de la campaña catalana en L'Hospitalet de Llobregat, pero Mariano Rajoy está tan crecido con las encuestas, tan convencido de que su victoria es inexorable, que ayer se permitió un compromiso muy delicado. "¡Sácanos de la crisis!", le gritaron desde el público del polideportivo. Con tono serio, Rajoy contestó: "Ese es mi objetivo. Es lo primero que haré. Y además, os sacaré".
Rajoy evitó en su discurso ahondar en las dudas que el PP ha planteado sobre las cuentas del Estado y las comparaciones que algunos dirigentes han lanzado con la situación de la rescatada Irlanda. Pero sí quiso lanzar una crítica de fondo al presidente del Gobierno. "Zapatero ha convocado a no sé cuántos empresarios. Me parece muy bien, pero la obligación de Zapatero no es hacer tertulias y al final no hacer nada. Su obligación es gobernar, tener coraje, generar confianza y no provocar problemas que nos colocan en una situación de enorme dificultad. Hay que tener vergüenza torera de reconocer sus errores y dar paso a otros que sepan hacer las cosas mejor". Esa idea del coraje era una forma indirecta, muy al estilo Rajoy, de reclamar medidas más duras, como las de David Cameron, que el líder del PP ha alabado. Aun así, el PP evita clarificar más para evitar asumir el coste político de concretar recortes que perjudicarían a varios colectivos. Rajoy insiste en que la única solución son las elecciones. Los populares descartan una moción de censura, de manera que solo les queda pedir el adelanto. "Cuanto más tarde Zapatero en convocar las elecciones más caro nos saldrá a todos los españoles", remató Rajoy. "Zapatero, dimisión", le jaleaba el público.
Sánchez-Camacho augura que el cambio en Cataluña pondrá fin al Gobierno del PSOE
Fuera del mitin de Rajoy, algunos dirigentes del PP salieron ayer a aplacar las críticas recibidas por las dudas que Esteban González Pons lanzó a las cuentas de España. Él moderó el tono, pero las mantuvo: "Necesitamos un Gobierno que diga la verdad". El portavoz del PP no actúa por libre. Ejerce una especie de papel de policía malo, pero siempre autorizado por Rajoy, gran especialista en lanzar discursos diversos para cubrir el amplísimo electorado del PP, que va desde la derecha extrema al centro.
El líder del PP, que se ha desplazado a Cataluña en varias ocasiones durante la campaña electoral para apoyar a su candidata, pidió que el cambio "comience en Cataluña". Alicia Sánchez-Camacho ha esgrimido también que los resultados de las elecciones catalanas son decisivas para determinar el futuro de Zapatero, y ha pronosticado que si los populares son decisivos tras los comicios, el cambio que se iniciará llevándose por delante al presidente de la Generalitat, José Montilla, acabará también con el presidente del Gobierno.
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