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El Consorcio de La Marina Baixa explota tres pozos sin concesión

Se construyeron a principios de la década de los ochenta del siglo XX

El Consorcio de Aguas de La Marina Baixa (CAMB) lleva explotando desde hace más de 20 años tres pozos de la partida de Sacos, en Callosa d'En Sarrià, sin disponer de la concesión administrativa necesaria que delimite la cantidad de agua que puede extraer del cauce subterráneo del río Algar. Este es el principal punto de suministro del agua potable que consume la mayoría de población de la comarca. Además, con el agua que el río lleva en superficie, el consorcio también llena mediante bombeos el pantano de Guadalest. El ente está formado por la Diputación de Alicante, donde tiene su sede, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los Ayuntamientos de Benidorm, La Vila Joiosa, Altea, L'Alfàs del Pi, La Nucia, Finestrat y Polop.

Nada se ha hecho en más de 20 años para regularizar la situación

Los pozos fueron construidos a principio de la década de los ochenta del siglo pasado y el uso del agua que alumbran está siendo compartido por el Ayuntamiento de Callosa, el consorcio y la Comunidad General de Regantes de Callosa. El Consistorio callosino ha llegado a enfrentarse al CAMB al desmontar unas obras de presa del organismo comarcal porque los regantes se sentían perjudicados, interpretando que las compuertas instaladas en la presa que sirve de estación de bombeo al pantano regulaban a la baja el caudal externo del río Algar, sobre una parte de cuyas aguas también tienen la concesión los agricultores de Callosa que, a su vez, son deudores del propio consorcio porque tienen que regar en tandas y de noche para permitir por el día el uso del agua por el organismo supramunicipal.

Los regantes disponen desde hace años de un informe jurídico que advierte de la situación. Sin embargo, nada se ha hecho para regularizar la explotación de los acuíferos de Sacos. El informe advierte de que "ni el Ayuntamiento ni la Comunidad General de Regantes ostentan la concesión de los pozos, siendo el régimen de extracción de aguas subterráneas de mera tolerancia por parte de la CHJ", dado que la Ley de Aguas dispone que los acuíferos subterráneos constituyen dominio público hidráulico. El alcalde de Callosa, Batiste Savall, se confiesa "encantado", dado que en la coyuntura actual "tenemos toda el agua que queremos". Y aunque reconoce que "no tenemos nada que mediar" para resolver la situación, se manifiesta dispuesto a que "inicien el expediente" para distribuir los recursos hídricos del río Algar.

Los pozos se construyeron tras un grave periodo de sequía iniciado en 1976 que casi secó las fuentes del Algar. Los terrenos fueron cedidos por un particular a cambio de agua para sus fincas. Ya en 1985 el Ayuntamiento de Callosa solicitó que se declararan propios los terrenos donde se hicieron las prospecciones y públicas las aguas en conflicto para que el Consistorio pudiera usarlas en proporción legal y justa, pero el entonces Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) denegó la solicitud. Actualmente, la CHJ permite una situación irregular condicionada a que las aguas que se extraen sean compartidas por los regantes y el consorcio comarcal, según el informe. Ha sido imposible conocer la versión de la CHJ.

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