Reina legítima del 'rockabilly'

Antes de entrar en materia rockabilly, Teté Delgado, rostro televisivo popular gracias a series como El Súper o a ejercer de jurado en ¡Mira quién baila!, se pone en guardia: "Nadie en su sano juicio intenta aprovechar el tirón televisivo para montar una banda de rock and roll de los años cincuenta, lo más anticomercial del mundo". Y tiene toda la razón. Que de su garganta emerge un vozarrón se puede comprobar en sus conciertos; que su carácter expansivo es un imán para atraer la atención de la gente es una realidad; y que más de dos productores iluminados le han sugerido que con ese potencial debería hacer un tipo de música "más comercial", también es irrefutable. Pero el amor que esta gallega de 45 años, residente en Madrid, profesa por Elvis Presley no admitiría una traición tan ruin.

La casa madrileña de la actriz está sembrada de homenajes a Elvis

Su gran reto ha sido convencer a los 'rockers' de que no es solo "la de la tele"

El grupo actúa en festivales, quedadas moteras y salas como Gruta 77

"Me hubiera gustado vivir en los cincuenta. Sería la gran madre blanca", dice

Es entrar en su casa, pegada a la madrileña plaza de España, y tropezarse con el Rey en cualquier expresión imaginable. Miras a la pared, y ves un cuadro de Elvis; vas a la cocina, y compruebas la hora en un reloj de Presley; encuentras unas cerillas en un cajón, y la caja lleva estampado el rostro del Rey; ¡vas al baño!, y está otra vez el intérprete de Don't be cruel, esta vez en forma de muñequito.

Teté se expresa a las bravas y no para quieta. Sube las piernas al sillón, las baja, se levanta a por un cigarro, coge un disco de la estantería, lo pone, vuelve al sillón... Y habla, mucho: "Me gusta cantar de toda la puta vida. Ya amenizaba las reuniones familiares. Y recuerdo que me gustaba ver la Carta de Ajuste porque tenía música". Pero no se planteó montar un grupo hasta que ocurrió algo: "Empezaron a salir Golpes Bajos, Siniestro Total... Y me dije: 'Si son de aquí al lado, si ellos lo han hecho, yo también". Efectivamente, ella es de Ferrol, y Golpes y Siniestro de Vigo. Fue cuando esta mujer vitalista fundó su primera banda, Teté y las Supremas, una banda de rock and soul. Se trasladó a vivir a Madrid, donde lleva 12 años, y le salió el trabajo en la serie El Súper. Su personaje petó y no ha parado de hacer televisión, cine y teatro. Conclusión: al trastero su carrera musical.

Hasta hace dos años, cuando, con más tiempo y dinero, retomó la música: montó una banda estable, encontró un local y se compró su traje de lunares muy pin up. En este tiempo lo más difícil ha sido convencer a los rockers, tribu férrea y escéptica con los que no tienen pedigrí, de que ella no es "la de la tele". "Lo he pasado mal. Como aquel día que llegué a un festival de varios grupos, entré al camerino y absolutamente nadie me hablaba. Después de tocar, se acercaron los mismos músicos rockers, con sus patillas y sus tupés, y me decían que cantaba muy bien. Ya los tiene en el bote.

Teté y sus Ciclones actúan en festivales rockabillies, en quedadas de moteros, en salas madrileñas duras como Gruta 77. Y con un estilo especial. Teté: "En los cincuenta eran cantantes tíos ante un público femenino. Ahora, la mayoría de los aficionados al rock and roll de los cincuenta son masculinos, así que me gusta ese cambio. Yo le canto a los tíos con unos textos que les dan cerita, con chistes, algunos sexuales, pero todo sutil y fino. Y se parten".

Habla de música de otra época, de cuando se escuchaban las canciones en unas máquinas en los bares. "Me hubiese gustado vivir en los años cincuenta. Sería la gran madre blanca. Además de Elvis me encanta Vanda Jackson. Me parece la mujer más grande del rockabilly", afirma. Habla de rock and roll y se marcha más atrás, a la época de los vaqueros: "Soy una loca de las películas de cowboys. Esa chulería vacilona de John Wayne la utilizo yo cuando actúo". Más iconos universales de Teté: Mae West, símbolo de las mujeres fatales. "Tengo una canción construida solo con frases de Mae West", señala. Afirma que existe una sólida escena rockabilly en Madrid. "Métete en rockers.es y ya verás...". Pero reconoce su dureza. Hay un sector que solo escucha rock and roll del año 52 al 57. "Son excesivamente puristas. Si les sacas de ahí ya no les gusta nada. Nosotros no somos nada puristas", explica.

El piso de Teté guarda un espacio especial para el ropero. Enseña orgullosa su ropa de "tocar". Desvela que su ropa preferida para interpretar rockabilly es un traje de lunares que se compró, muy barato, en la tienda Macy's de Nueva York, "el Sepu neoyorquino". El resto de la ropa se la suele confeccionar ella. "¿Dónde encuentras vestidos de los años cincuenta de mi talla? Me los tengo que hacer yo", apunta en referencia a su ya célebre orondez. Hay fines de semana que hace doblete: por la tarde representa la obra teatral El pisito y por la noche actúa con Los Ciclones. Echa un vistazo al armario y elige una falda de leopardo. La prenda tiene los días contados: "Empiezo el concierto con la falda entalladita, pero a las tres canciones no me puedo contener, abro las piernas y acabo rompiendo la falda". Huracán Teté.