La red gallego-mexicana de tráfico de coca blanqueaba 120 millones de euros al año
La policía ha detenido a 65 miembros de la banda e investiga 40 propiedades
Las primeras investigaciones económicas realizadas por la policía sobre la red de tráfico de cocaína gallego-mexicana han desvelado que blanqueaba al año más de 120 millones de euros. Los narcos, que introducían la droga camuflada en contenedores de manzanas argentinas, llegaron a meter, a través del puerto de Vigo, entre tres y cinco toneladas de estupefacientes por año.
La unidad de elite de las Fuerzas de Seguridad del Estado Greco-Galicia desmanteló la organización la semana pasada. 65 detenidos, 23 de ellos solo en la provincia de Pontevedra, dejaron al descubierto una red encabezada por el mexicano Nicolás Rivera, de 50 años, y el gallego de Mos David Temes, de 33. Un primo de Temes, Valentín, se encuentra en paradero desconocido. Su mujer, Flora Chao, ejercía de empresaria dirigente de las tapaderas de la red, mayormente compañías dedicadas al transporte y a la venta al por mayor.
Seis barcos, una enorme flota de automóviles de lujo y más de 5,5 millones de euros conformaron las incautaciones policiales. Al otro lado del Atlántico, autoridades argentinas y brasileñas añadieron al balance provisional del operativo 10 arrestos más.
La juez de Vigo que ha dirigido la operación decretó, además, la prohibición de venta de 40 propiedades de los cabecillas de los narcotraficantes, al tiempo que la Agencia Tributaria ha comenzado a investigar la procedencia de estos bienes. Fuentes del organismo de Hacienda consideran que el número de inmuebles adquiridos podría ser bastante mayor. El tren de vida de los cabecillas de la organización y el dinero blanqueado los dos últimos años son signo de las grandes cantidades de droga que manejaban.
La organización más potente de las que operaban en España dedicadas al tráfico de contenedores repletos de estupefacientes a través del puerto de Vigo, introducía un promedio anual de entre tres y cinco toneladas de cocaína, camuflada entre cargamentos de manzanas procedentes de Argentina. Los primeros análisis económicos sobre la capacidad financiera de esta red, realizados por la investigación policial, apuntan a que blanqueaba al año más de 120 millones de euros.
La pista sobre la célula gallega de la organización permitió a la unidad policial Greco-Galicia desmantelar el grupo la pasada semana con la detención de 65 de sus presuntos miembros, 23 de ellos en la provincia de Pontevedra, y la incautación de 5,5 millones de euros en efectivo, además de seis barcos y una impresionante flota de coches de lujo. La investigación sirvió a las autoridades argentinas y brasileñas para completar el operativo al otro lado del océano Atlántico con más de 10 detenciones.
Desde Madrid, y rodeado de lujo y ostentación, el mexicano Nicolás Rivera, de 50 años, dirigía la organización que operaba desde Argentina y Brasil donde se embarcaba la cocaína en contenedores procedentes de Colombia, envasada en pequeños paquetes de un kilogramo que se transportaban ocultos entre los palés de fruta.
En Galicia, el empresario de Mos David Temes, de 33 años, coordinaba la llegada de los contenedores al puerto de Vigo y la distribución de la mercancía legal a través de varias empresas dedicadas a la venta al por mayor de alimentos. En esta fase intervenía la empresaria de A Estrada Flora Chao Durán, vinculada al sector del transporte por carretera, y casada con un primo de Temes, quien supuestamente se encargaba de los embarques de la droga en Argentina y sobre el que pesa una orden internacional de detención por estos hechos.
El tren de vida de los cabecillas de la organización y el dinero que supuestamente han blanqueado en los dos últimos años son una evidencia de las grandes cantidades de droga que movían en la red. La juez de Vigo que dirigió la operación policial ha decretado la prohibición de vender más de 40 propiedades, que han sido bloqueadas y que aparecen inscritas en Madrid y Galicia.
La Agencia Tributaria abrió una investigación patrimonial de los implicados en esta red de narcotráfico para indagar sobre la procedencia de todos estos bienes, aunque se cree que el número de inmuebles adquiridos por la red podría ser mucho mayor. "Es un patrimonio que no se levanta solo en un año", indicaron fuentes judiciales relacionadas con la investigación.
David Temes también se encargaba de almacenar la droga que llegaba a Vigo y que luego se enviaba a Madrid por carretera. Pese a su juventud, Temes es propietario de varias empresas relacionadas con el sector de la alimentación. Supuestamente utilizaba estas compañías como intermediarias en el narcotráfico. También tenía intereses inmobiliarios como promotor, una actividad que multiplicó en poco tiempo.
La causa iniciada en el juzgado número 4 de Vigo se continuará en la Audiencia Nacional por narcotráfico y blanqueo de dinero. En ella aparece como imputado el abogado madrileño Marcos García Montes, representante legal de Nicolás Rivera. Según la investigación policial, el letrado "habría sobrepasado las líneas de defensa, facilitando la ocultación de bienes para el blanqueo de dinero".
El fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, que coordinó esta operación contra el tráfico de cocaína, dijo "que es resultado de una labor policial impecable que ha permitido desmantelar la organización más fuerte que operaba en el tráfico de contenedores".
'Gourmets' de tapadera
David Temes, máximo responsable de la red de narcotráfico y blanqueo en Galicia, usaba una de sus empresas para dar cobertura a los cárteles. La despensa de Monxi, SL con sede en Mos, era la destinataria de los contenedores. Esta empresa ofrece una extensa variedad de productos online de alimentación para gourmets, "con un riguroso control de calidad", según su web.
Temes y su grupo se encargaban de distribuir la carga legal de los contenedores que llegaban a Vigo, las manzanas que se embarcaban en Argentina para simular los envíos de cocaína. También almacenaba la droga, que la red vendía al por mayor. La droga se transportaba en avionetas desde Colombia a Brasil, donde se intervinieron 1.200 kilos. Luego se embarcaba en Manzanillo (Argentina) donde los escáneres detectaron otros 2.200 entre toneladas de fruta y se detuvo a dos aduaneros implicados.
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