400 campeones del mundo

El cónclave reunió a los mejores y a los menos buenos, a las nuevas generaciones y a sus orígenes, a la camada que se proclamó campeona del mundo en Sudáfrica y a todas las que se quedaron por el camino con mejor o peor sabor de boca. A todas. No hubo excepciones. El aire gélido que soplaba desde la sierra de Guadarrama no enfrió el ánimo de los 400 futbolistas internacionales con España que se reunieron en la sede en Madrid de la federación para celebrar, todos unidos como una gran familia, la coronación de La Roja en el Soccer City de Johanesburgo. "Solo siete países más pueden decir lo mismo y, aunque lo consiguió una extraordinaria expedición, semejante éxito no habría sido posible sin el esfuerzo y sacrificio de aquellos que durante años han contribuido a que el sueño que perseguíamos desde 1930, desde que se disputó el primer Mundial, se hiciera realidad", expresó el presidente de la federación, Ángel María Villar. "El éxito en Sudáfrica no fue una casualidad. Fue la consecuencia de un trabajo en profundidad, desarrollado desde las categorías inferiores", proclamó ante un público entregado Joseph Blatter, el máximo dirigente de la FIFA.

"Portar el escudo de campeón es un regalo y una responsabilidad, señores", dice Blatter

"Quiero compañía. Quién mejor que Xavi", opina Suárez, único 'balón de oro' español

Aunque faltaron muchos y algunos ilustres como Raúl, con el Schalke en puestos de descenso, la federación aprovechó para rendir un homenaje sentido al pasado y el presente del fútbol español. Así, bajo el lema Gracias a todos, el sueño se ha hecho realidad, decanos y noveles cruzaron batallitas y expectativas en un microclima de hermandad. "Sin duda, resumen lo que ha sido y es el fútbol español", apreció el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. "Nosotros, los abuelitos del 64, empezamos el círculo con aquella Eurocopa y los muchachos de ahora lo han completado", afirmó Chus Pereda, autor del primer gol a la antigua URSS en la final del Bernabéu y asistió a Marcelino en el gol de la victoria. "Aunque sea una pizquita, un gramo de oro, los 400 somos campeonísimos", pensó Patxi Alonso. "Todos los que aquí estamos somos gente del fútbol y de alguna manera nos sentimos partícipes de la hazaña que hicieron posible. ¡Ganar un Mundial es lo más importante que le puede pasar a un futbolista! Bueno, me contento con haber cantado el gol de Iniesta a Holanda en la final", dijo José Antonio Camacho.

Las anécdotas se sucedieron entre copas de vino añejo y canapés en la verbena de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas a la par que Blatter entregaba a Villar la escarapela que España lucirá en su nueva camiseta desde mañana en Lisboa, en el partido amistoso organizado para promover la candidatura ibérica para albergar el Mundial de 2018. "Este escudo les acredita como campeones. Portarlo los próximos cuatro años no es solo un regalo. También es una responsabilidad, señores", advirtió el suizo a los campeones de Vicente del Bosque. En cuanto escucharon el consejo, Di Stéfano, Luis Aragonés y Luis Suárez asintieron con la cabeza.

"Eso no quita que estos chavales hayan hecho algo maravilloso. Ganaron el Mundial transmitiendo una idea, una manera de entender el fútbol, que se disfrutó en todos los rincones del planeta... ¡Hasta en Italia!", se rió Suárez, el mítico interior gallego, el único balón de oro español (en 1960, con el Barcelona). "Estoy cansado de estar solo. Ya tengo ganas de compañía y... quién mejor que Xavi. Iniesta marcó el gol definitivo, sí, pero fue un momento puntual. Para mí, Xavi fue el más regular, la máquina que ha hecho funcionar a España en los últimos años", resaltó.

Los fastos también dejaron espacio a asuntos más terrenales, como los problemas de los jugadores más humildes. "Quizá no sea en Primera en lo que hay que fijarse, sino en Segunda B y Tercera, donde es más complicado sobrevivir", apuntó Casillas. Junto a Villa, el capitán del Madrid estrenó su cargo en la junta directiva del sindicato de jugadores, que preside Luis Rubiales. "Por ejemplo, debería haber una mejor asistencia sanitaria en esas categorías. La Primera ya está muy equipada en ese sentido... Pero ahí no acaba la cosa. Hay que resolver muchas injusticias. Tenemos que aportar soluciones para que no haya equipos que para cobrar se tengan que encerrar en el vestuario", estimó el delantero del Barça.

Las inquietudes de los campeones no quedaron ahí. El propio Blatter mostró su agradecimiento por la predisposición de los futbolistas a promocionar la salud y la educación en diferentes proyectos de la FIFA. "Demuestra lo que ha cambiado el fútbol desde que debuté frente a Portugal en 1941", dijo Gabriel Jorge Sosa, el más veterano de la fiesta, con 94 años. "Si es que tienen un sentimiento dentro... Son igual de buenos como futbolistas que como personas", sentenció Santillana.