Un 'sorolla' inédito en Valencia

Las pinturas mediterráneas de Joaquín Sorolla se alimentan de pillos desharrapados chapoteando en el agua, de curtidos pescadores a la luz del atardecer... De niños desnutridos o de esforzados trabajadores. También de sus sufridas madres y mujeres. Pero no abundan bajo su luz cegadora y el viento de levante los vestidos caros y las poses elegantes, las ropas de domingo a la orilla del mar. Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, 1923) reservaba sus retratos de la alta sociedad para sus veranos en el Cantábrico, sus cuadros ambientados en Biarritz o en San Sebastián, con frecuencia obras de encargo. Por eso el cuadro mostrado ayer en el Centre del Carme, con motivo de la presentación de la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios, es singular. Y no solo porque no haya sido expuesto desde que se mostró por última vez en 1963 en la muestra que el Museo del Prado organizó en el centenario del nacimiento del artista.

La obra adquirida completa un díptico del San Pío V hecho a la familia Granzow

Elena en la playa, pintado en 1909, muestra a la hija menor del pintor, adolescente de 14 años, con vestido blanco, pamela y sombrilla, mirando al mar en la playa de la Malva-rosa. Elegante y distinguida. Un cuadro que por su temática y estilo solo se equipara a Paseo a orillas del mar (1909), que muestra a la mujer de Sorolla, Clotilde, y a su hija mayor, María, o al retrato de su suegro. Antonio García en la playa, también plasmado en un lienzo aquel mismo verano.

La exhibición de Elena en la playa, perteneciente a una colección particular (posiblemente de algún descendiente del pintor) y objeto de una somera restauración, inaugura lo que a partir de ahora será la dinámica trimestral o cuatrimestral de la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios, según explicó ayer el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró. Al tiempo que avanzan los estudios sobre el pintor, la catalogación de sus obras o la recopilación de los trabajos o monografías que se han elaborado sobre su vida y obra, el Centre del Carme exhibirá periódicamente en una sala recién acondicionada una obra singular, no necesariamente una obra estelar, de la mayor calidad, y no necesariamente de Sorolla. Pero sí una obra de su contexto histórico (Zuloaga, Anglada Camarasa) que ayude a dilucidar un aspecto singular de su trabajo, una pintura singular que sirva para transmitir al visitante la importancia de aquello en lo que están trabajando los investigadores de la institución.

Y para abrir el apetito, Miró anunció ayer que la próxima obra que se exhibirá en la nueva sala del Centre del Carme será un cuadro que acaba de adquirir la Consejería de Cultura por 160.000 euros. Se trata de la segunda mitad de un díptico realizado por Sorolla a la familia Granzow. La otra mitad, en la que el pintor retrató a Estanislao Granzow, se exhibe ahora en el Museo de Bellas Artes San Pío V. En el cuadro ahora adquirido, que se exhibirá tras los trabajos de restauración pertinentes, Sorolla pintó a la esposa de Granzow, María del Pilar de la Cerda, y a su hijo Casimiro. El cuadro, hasta ahora perteneciente a una colección privada cuyos propietarios no quieren ser identificados, se adquirió tras consultar a tasadores del Ministerio de Cultura. Miró explicó que la compra, a pesar de situarse en un periodo de crisis, era una "oportunidad única", ya que salía ahora a la venta y permitía completar un díptico del que ya se contaba con una parte: "Era ahora o nunca", añadió el político.