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Reportaje:

Un agitador del arte de posguerra

El Reina Sofía adquiere dos obras del fundador de la Escuela de Altamira Mathias Goeritz

En el erial de la posguerra española, algunos artistas intentaron recuperar los frágiles hilos de las vanguardias de principios del siglo XX. Mathias Goeritz fue uno de ellos. Nacido en Gdansk, llegó a España en 1945 huyendo de la amenaza nazi tras haber asistido a cursos en la Bauhaus y haber bebido del surrealismo y el dadaísmo. En 1948 fundó la Escuela de Altamira -que reivindicaba la pureza creativa del arte prehistórico- con otros artistas y críticos como Ángel Ferrant, Ricardo Gullón, Rafael Santos Torroella y Joan Miró. Un año después, emigró a México, donde vivió hasta su muerte en 1990. El Museo Reina Sofía acaba de adquirir dos obras del periodo español de Goeritz, como parte de la reordenación de las obras de la colección permanente entre el final de la II Guerra Mundial y Mayo del 68, que se presentará el 23 de noviembre.

Se trata de dos aguadas (acuarelas con colores diluidos en agua) sobre papel de 1948, Bajo el sol y Bajo la luna, que ya cuelgan de los muros de la cuarta parte del museo. Las dos obras se han comprado directamente a los herederos del artista. "Queda muy poca obra de la Escuela de Altamira", explica la jefa de colecciones del Reina Sofía, Rosario Peiró. Goeritz es indispensable para explicar los intentos renovadores de la posguerra española protagonizados por la Escuela de Altamira, el grupo Pórtico en Zaragoza o Dau al Set en Barcelona. "Todos tenían una base en Miró, que volvió a España a principios de los años cuarenta", señala Peiró.

Pero la España posbélica no estaba preparada para demasiados cambios y, en 1949, Goeritz se vio obligado a abandonar España. Hostigado por las autoridades a raíz de su cuestionamiento de la labor de los críticos de arte, eligió México como destino: "Un país tan distinto le abrió la posibilidad de hacer muchas cosas: allí cambió el color y empezó a hacer obras monumentales", señalaba el pasado miércoles uno de los hijos de Goeritz, Ferruccio Asta, de visita en Madrid para inaugurar la exposición de obra sobre papel, maquetas y esculturas que puede verse en la galería La Caja Negra

(Fernando VI, 17 - 2º I) hasta el 7 de enero. Se muestran 30 obras gráficas y otras tantas maquetas de las esculturas monumentales que Goeritz proyectó en México, como la de las Torres de Satélite, situadas al norte de la capital mexicana. "En México se le abrieron todas las puertas, las clases en la Universidad de Guadalajara y luego en la UNAM y unas condiciones de libertad para realizar sus proyectos", afirma Asta. Allí entró en contacto con el arquitecto Luis Barragán y desarrolló su propuesta de arquitectura emocional: "Para Goeritz, la arquitectura debía ser capaz también de despertar una alegría emocional, no solo debía ser funcional".

<i>Bajo el sol</i> y <i>Bajo la luna,</i> aguadas sobre papel del artista Mathias Goeritz, realizados en 1948 y adquiridos por el Museo Reina Sofía para completar la sección de los años cuarenta de la colección permanente.
Bajo el sol y Bajo la luna, aguadas sobre papel del artista Mathias Goeritz, realizados en 1948 y adquiridos por el Museo Reina Sofía para completar la sección de los años cuarenta de la colección permanente.
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