El Deportivo sigue creciendo

No encajar goles es, hoy por hoy, la misión suprema del Deportivo y en Son Moix la cumplió de nuevo ante un Mallorca impotente, que lamentó el empate final como una derrota. Pese al planteamiento ultradefensivo del Deportivo, el duelo comenzó generoso en ocasiones. Con un recurso táctico arcaico como es la defensa de cinco, Miguel Ángel Lotina ha logrado cambiar el paso de un equipo que, tras un calamitoso inicio liguero, en el que no salía de los puestos del descenso, ha sumado 10 de los últimos 12 puntos posibles.

Para tratar de saltar la valla deportivista, Michael Laudrup adelantó la posición de De Guzmán y dio libertad de movimientos a Ratinho por la banda derecha. El plan del danés no surtió efecto en parte porque el Mallorca, que tuvo el control del balón, pero no siempre el del partido, chocó dos veces contra los palos: primero con un cabezazo de Nsue y luego con un potentísimo disparo de Pereira. A su vez, el Deportivo se dio de bruces contra un inspirado Aouate, que rechazó una doble oportunidad de Riki y Saúl.

Durante un soporífero segundo tiempo, el carrusel de cambios ilustró las intenciones de unos y otros. Los locales añadieron pólvora con el ingreso de Cavenaghi y Castro, reincorporado tras tres semanas de lesión, mientras que los jugadores del Deportivo remolonearon durante las sustituciones, aparentemente complacidos con un empate que les deja en tierra de nadie.