El PP exorciza el Pacto del Tinell
Los líderes vasco, gallego y catalán sellan su compromiso con la Constitución
El 14 de diciembre de 2003, el Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) firmaron el Pacto del Tinell, que fue concebido por el primer tripartito de izquierdas en la Generalitat e incluía un compromiso para arrinconar al Partido Popular en el mapa político catalán. Ayer, cuando faltaba un mes para que se cumpliera el séptimo aniversario, los presidentes del PP de Galicia, Euskadi y Cataluña -Alberto Núñez Feijóo, Antonio Basagoiti y Alicia Sánchez-Camacho- eligieron el mismo escenario, el Saló del Tinell, para sacudirse de encima ese pacto, ese estigma de marginado político contra el que ha tenido que luchar históricamente el PP en Cataluña. Pero al tiempo, los tres se erigieron en víctimas de ese "nacionalismo excluyente".
Feijóo, Basagoiti y Sánchez-Camacho firmaron un documento, denominado Compromiso de Barcelona, en el que reafirman su defensa de las libertades, la pluralidad lingüística y el Estado de las autonomías en el marco constitucional.
El acto estuvo teñido de constantes referencias simbólicas y, aunque el documento es un compendio de intenciones en positivo, lo cierto es que nace de la confrontación de los principios y valores de "inclusión, sentido común y respeto a la diversidad" que dice representar el PP, con el "adoctrinamiento y exclusión" nacionalista. Y así, mientras Feijóo afirmaba: "No firmamos en contra de nadie, sino a favor de unas ideas y unos principios que queremos compartir con todos", su compañero Basagoiti contrapuso la declaración del PP a otras que "hablan de exclusión y catalanofobia". "Para fobias la de ellos contra el PP", proclamó.
También Sánchez-Camacho señaló que el Compromiso de Barcelona nace para subrayar "lo que nos une y el orgullo de sentirse gallego, catalán y vasco, pero también español", frente a la Declaración de Barcelona que firmaron CiU, el PNV y BNG "para diferenciarse de España". No en vano algún dirigente popular ya bautizó ayer en Twitter el pacto como "la Galeusca del PP".
Si el Pacto del Tinell representó un trascendental cambio al frente de la Generalitat -acabó con 23 años depujolismo-, Sánchez-Camacho afirmó que el acto de ayer también finiquitaba "la historia más negra y el desprestigio de Cataluña" que ha significado el tripartito de izquierdas. Para ejemplificar ese cambio, la presidenciable catalana se rodeó de Feijóo y Basagoiti, que propiciaron en 2009 el pase a la oposición de los nacionalistas del BNG en Galicia y del PNV en Euskadi. Sin embargo, la candidata popular tuvo que admitir que, una vez acabado el tripartito, su objetivo se limita a "ser bisagra del Gobierno y a moderar a CiU".
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