Planificar ahora y pagar menos después
El tramo final del año es el momento ideal para preparar la factura fiscal
Tiempo hay. En los dos meses que quedan para terminar el año se pueden llevar a cabo las suficientes operaciones financieras para lograr, una vez que toque hacer cuentas con Hacienda el próximo mes de mayo, pagar menos impuestos. Para planificar adecuadamente la próxima factura fiscal es importante conocer las nuevas normas tributarias aplicables en 2010; también las que más que probablemente se aplicarán a partir de 2011, y, por supuesto, recabar y guardar todas las facturas, comprobantes de operaciones bursátiles, saldos hipotecarios...
En 2010 es ya una realidad. El tipo de gravamen de las rentas del ahorro es del 19% para los primeros 6.000 euros, y el resto, al 21%. Lo más adecuado para obtener el mayor rendimiento fiscal es hacer efectivas este año solo las ganancias que puedan ser compensadas con pérdidas. En principio, por cada 1.000 euros de ganancias logradas en 2010 (hasta 6.000 euros), Hacienda se quedará con 190 euros. Por cada 1.000 euros de pérdidas que se hagan efectivas y que compensen las anteriores plusvalías, el particular se ahorrará los mismos 190 euros.
La factura por las plusvalías en Bolsa se puede reducir con minusvalías
Otra fórmula para pagar menos son las aportaciones a planes de pensiones
Hay que tener en cuenta que en 2011 subirán los tramos a las rentas altas
En el caso de que se superen estos límites, las pérdidas incluso pueden ser más rentables. Por cada 1.000 euros a partir de 6.000, el ahorro pasa a ser de 210 euros.
En materia de vivienda es importante tener claros varios temas. Ante la declaración de 2010, no hay cambio en lo relativo a la desgravación hipotecaria y, lo que es más importante, el Gobierno, que pretende modificarla radicalmente a partir de 2011, dice textualmente en su Proyecto de Presupuestos que "en todo caso, para no perjudicar a aquellos contribuyentes que adquieran su vivienda habitual antes del 1 de enero de 2011, se establece un régimen transitorio para seguir disfrutando de los beneficios fiscales actuales".
Resumiendo: que en el futuro, quien sea en 2010 titular de una hipoteca podrá seguir desgravándose. Por tanto, no hay que hacer, en principio, nada excepcional al respecto, si bien, como en años anteriores, llevar a cabo amortizaciones extraordinarias de una hipoteca es otra de las fórmulas más rentables de reducir la factura fiscal. La normativa actual permite, por persona, aplicar una reducción en la cuota del IRPF del 15% sobre un máximo de 9.015 euros. Así, por cada 601,01 euros de amortización adicional, todos los contribuyentes se "ahorrarán" de impuestos 90,15 euros (un 15%). Los que tengan hipotecas antiguas, las firmadas antes del 20 de enero de 2006, se beneficiarán de una compensación adicional (20% sobre los primeros 4.507,5 euros).
En mayo les tocará saldar cuentas con Hacienda a quienes su cuenta-vivienda les venció en 2008. Tienen hasta el próximo 31 de diciembre para adquirir su vivienda; si no lo hacen, tendrán que devolver al fisco las deducciones que se hubieran practicado en sus correspondientes declaraciones. Es una cuestión de números y de oportunidad el decidir si es o no más rentable comprar ahora o esperar (y reembolsar lo deducido). En situación parecida se encuentran quienes compraron en 2006, 2007 o 2008 una vivienda nueva sin antes haber vendido una antigua. La posibilidad de seguir sin pagar impuestos por las ganancias patrimoniales que obtengan con esa venta se agota el 31 de diciembre de 2010. Si posponen esta operación, tributarán por esas plusvalías.
Como todos los años, otra de las formas más efectivas de pagar menos impuestos el próximo mes de mayo es hacer aportaciones a un plan de pensiones, a un sistema de previsión asegurado, a un seguro privado de dependencia... Si se tiene menos de 50 años, el límite máximo de aportación es de 10.000 euros (o el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas), y si se supera esta edad, de hasta 12.500 euros (o el 50% de las cantidades anteriores). Por cada 1.000 euros de aportación, directamente se pagan entre 240 y hasta 430 euros menos en el IRPF en función de los ingresos de cada particular.
No hay que olvidar que estos importes se restan de la base imponible general. Aún hay más: se pueden ahorrar impuestos en la misma medida realizando aportaciones al plan de previsión del cónyuge, con un máximo de 2.000 euros/año siempre que el cónyuge a favor de quien se realiza la aportación no tenga rentas del trabajo y de actividades económicas superiores a 8.000 euros.
Más cuestiones importantes a tener en cuenta. En cierta medida se puede "jugar" con los dividendos. Siempre existe la alternativa de comprar acciones que vayan a pagar dividendo a corto plazo. Según el IRPF, sobre un total de 1.500 euros -el objetivo sería agotar esta cantidad- no habrá que pagar nada a Hacienda.
Teóricamente, el próximo ejercicio -se trata de una medida contemplada en los Presupuestos Generales, pendientes aún de aprobación- los tipos de gravamen aplicables a la tarifa estatal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para las rentas superiores a 120.000 y 150.000 subirán en uno y dos puntos porcentuales, respectivamente.
En la medida que sea posible "adelantar" el cobro de determinadas rentas a 2010 cuando se superen estos límites, si bien se pagarán los impuestos en mayo de 2011, estos serán inferiores a los que se pagarán un año más tarde. Es importante tener también en cuenta que determinadas comunidades autónomas también han decidido elevar sus tarifas.
A partir de 2011 (siempre que se aprueben los Presupuestos tal y como ahora están redactados), las retribuciones irregulares del trabajo (las generadas en más de dos años, tipo stock options) podrán aplicarse la reducción del 40% sobre un importe máximo de 300.000 euros. Si este es un límite que pudiera sobrepasarse, sería adecuado elevarlo al máximo en 2010 para así beneficiarse sobre la cantidad íntegra de la reducción del 40%.
Los seguros de enfermedad, los gastos en determinado material escolar o uniformes, las cuotas a los colegios profesionales o sindicatos, la percepción de acciones, el leasing de un automóvil... son también fórmulas más o menos imaginativas para reducir la próxima factura fiscal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.