"El aborto no deja de ser un fracaso de información sexual"

Txanton Martínez Astorquiza, jefe de Ginecología y Obstetricia de Cruces, cerró ayer el 22º Congreso Nacional de Medicina Perinatal, celebrado en Bilbao.

Pregunta. Un reciente estudio desarrollado por el Maine Medical Centre de EE UU apuntaba que los partos en casa causan el doble de muertes que en los hospitales. ¿Qué opina sobre esta práctica?

Respuesta. Yo nací en mi casa hace 53 años y todo fue bien, pero en España no se debe parir en casa, primero, porque el más seguro es el parto hospitalario. No hay infraestructura para que esa mujer ante una eventualidad grave pueda ser trasladada rápidamente a un hospital, como sí ocurre en Holanda.

P. Respecto al tan comentado embarazo de la niña rumana de 10 años, ¿qué riesgos implica? ¿Es un fenómeno creciente el embarazo de preadolescentes?

"Hay demasiadas cesáreas porque los médicos temen demandas"

R. La tasa de embarazos en España de menores de 19 años es del 2,54%, muy pocos afortunadamente. Y la de menores de 15 años, el 0,16%. Para nosotros es un fenómeno absolutamente excepcional y se da sobre todo en mujeres de otras culturas, como las gitanas o rumanas. Que una niña de 10 años tenga relaciones sexuales no es normal ni recomendable. Además, el embarazo no es nada bueno para ella; no está desarrollada psíquica ni físicamente para ser madre. Tener la regla no significa que una mujer se haya desarrollado completamente.

P. Proliferan los embarazos en mujeres cada vez mayores...

R. La mujer pospone mucho su maternidad, porque trabaja fuera de casa y adquiere responsabilidades. Esto implica más problemas para quedarse embarazada, porque la fertilidad óptima se sitúa entre los 20 y los 30 años y tener que ir a programas de reproducción asistida retrasa más aún el embarazo. Y hay otro fenómeno creciente: las dobles parejas. Las mujeres se divorcian, se casan con otras personas, así que mujeres de 40 años se plantean tener una nueva vida y una nueva familia.

P. ¿Cuál es el error ginecológico más frecuente?

R. Nuestras mujeres tienen una buena salud ginecológica. Hay una tasa razonable de cáncer de cuello de útero porque las mujeres se hacen revisiones periódicamente. La mujer tiene que cuidarse, y cuidarse quiere decir que no fume, que no beba, que haga algo de deporte y que no engorde mucho. Pero, sobre todo, que no lo haga cuando esté embarazada; que esté atenta a su salud y cumpla los programas sanitarios que todas las comunidades autónomas tienen para el diagnóstico precoz de cáncer de cervix, de cuello uterino y de mama.

P. ¿Qué opina de la nueva ley del aborto?

R. Es un tema delicado y triste para las mujeres y los médicos, porque no deja de ser un fracaso de la información sexual. Para la mujer es un disgusto y no hay que banalizarlo. Veo el aborto como un fracaso, porque lo que hay que hacer es intentar que la mujer no se quede embarazada; que pueda acceder a toda la información posible y a todos los métodos anticonceptivos. Para luchar contra el aborto hay que promover la información.

P. ¿Qué retos afronta la ginecología actual?

R. Nos preocupa la tasa de cesáreas. Tenemos una del 22% en la pública y un 36% en la privada, cuando la OMS recomienda en torno a un 15%. Nos estamos equiparando a los países muy desarrollados, pero en lo malo.

P. ¿Por qué existe esa tasa tan elevada?

R. Por muchos motivos. Uno es que los médicos estamos preocupados por las demandas por mala praxis, que las mujeres son más mayores y que hay muchos hospitales que atienden el parto de nalgas con cesáreas. Hay que intentar que la tasa baje.