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Una comisión rogatoria tiene parado desde 2008 el 'caso Anesvad'

La fundación logra mantener los 90.000 socios y crea un consejo asesor

El escándalo de la supuesta apropiación de fondos de la fundación Anesvad, sita en Bilbao, se halla en vía muerta. Las investigaciones de un juzgado bilbaíno se encuentran pendientes desde hace año y medio de una comisión rogatoria (petición de auxilio judicial) en Suiza para aclarar la situación los 900.000 euros de una cuenta de Anesvad procedentes de una herencia. La juez no ha recibido los datos pedidos, en parte por un defecto de forma en la tramitación de la comisión, según fuentes próximas al caso.

La diligencia principal realizada hasta ahora es un informe pericial de un inspector de la Hacienda de Vizcaya que concluye que se produjo una apropiación de dos millones, incluyendo los 900.000 euros de la herencia. El Banco de España niega en otro informe que se haya tocado ese dinero.

La nueva dirección de la ONG, encabezada por Bernardo García Izquierdo, se esfuerza ahora en olvidar este escándalo y ha logrado mantener los 90.000 socios y colaboradores en estos años, tras perder otros 60.000 tras el escándalo. La fundación, que se mantiene bajo administración judicial, logró hace unos meses la calificación por la Agencia de Cooperación del Gobierno español, un reconocimiento que tienen 43 de las más de 500 ONG dedicadas a la cooperación y que permite acceder a convenios.

La entidad ha creado un consejo asesor "con profesionales reputados", apunta García Izquierdo, cuya función será complementar la labor de los administradores judiciales, nombrados en 2007 para cinco años.

Anesvad mantiene desde hace dos años fuertes controles internos: el director general rinde cuentas cada semana a los administradores judiciales, se realizan controles por sorpresa de la actividad diaria, hay una verificación por personas diferentes de las cuentas bancarias y se pide un mínimo de tres ofertas para cualquier compra superior a 1.000 euros.

Una nueva campaña

Anesvad, que llegó a manejar un presupuesto anual de 35 millones de euros antes del escándalo, dispone ahora de cerca de 14 millones, de los que el 70% se dedica a proyectos. Bernardo García Izquierdo aseguró ayer que se ha firmado un documento para alcanzar "al menos" el 85% en 10 años. La fundación presentó ayer el proyecto Habla, que aborda los problemas de la tuberculosis y la trata de seres humanos.

Supone una iniciativa novedosa, ya que se muestran vídeos, grabados con teléfonos móviles por personas desfavorecidas, en los que cuentan sus problemas. Se han grabado experiencias en Perú y Bangladesh, que se incluirán en la nueva campaña de Anesvad bajo el lema "Seguimos creyendo que es posible... y vamos a contarlo", que arranca el próximo lunes con anuncios en diversos medios de comunicación.

"Un elemento tan simple y cercano como un teléfono móvil sirve para concienciar y sensibilizar sobre los problemas que sufren las comunidades del sur", señala la fundación.

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La causa

El caso Anesvad saltó a la luz pública al ser detenido en marzo de 2007 su presidente, José Luis Gamarra, quien pasó ocho meses en prisión. Fue acusado inicialmente de apropiarse de cinco millones, que el perito judicial ha reducido a dos millones. También se hallan imputados el ex director general y el ex director financiero, que se autoinculparon de haberse llevado 980.000 euros.

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