El proyecto de una gran caja se evapora tras el acuerdo de Cajasol
La entidad sevillana tendrá el 29,1% de la participación en Banca CívicaEl borrador del acuerdo establece las mayorías reforzadas en el 75%
El sueño de una gran caja andaluza se ha evaporado. Esta promesa figura en los últimos programas electorales del PSOE y ha sido uno de los ejes políticos del Gobierno andaluz desde hace casi 12 años. Apremiada por el Banco de España, la decisión de Cajasol de subirse al tren en marcha al SIP o fusión fría de Banca Cívica ha dejado yermo el proyecto de una entidad muy potente. Y ha dejado inservible el único cartucho que el Gobierno socialista de José Antonio Griñán tenía para propiciar una unión entre Cajasol y Unicaja. Esta fusión era considerada por los socialistas andaluces como "irreversible" en el mes de julio. Estaba pendiente de los informes de viabilidad, aunque en ninguna de las dos entidades había voluntad política de dar un paso en firme. Además, cada vez estaba más clara la imposibilidad de acometer una fusión igualitaria, dada la diferencia de parámetros entre una y otra.
Las entidades sevillana y navarra contarán con cinco consejeros
Al Gobierno autónomo se le ha ido desbaratando todos los planes previstos, sobre todo, porque su apuesta principal por una unión entre Unicaja, Caja de Jaén y Cajasur se fue al traste en el último minuto por decisión exclusiva de la antigua propietaria de la caja cordobesa, el Cabildo catedralicio. Antes de eso, la primera caja que voló del ámbito autonómico fue CajaGranada, que formalizó un SIP con entidades del Mediterráneo liderada por Caja Murcia.El Gobierno andaluz ha estado ajeno a los pasos que ha dado Cajasol desde que a mediados del pasado mes de octubre el Banco de España le impuso una estricta dieta con dos menús a escoger: o buscar una alianza con otras entidades o aplicar un duro ajuste que implicaba prescindir de casi un millar de empleados. Y además con una fecha de apremio, antes del 31 de diciembre. Al final ha optado por el SIP de Banca Cívica -integrado por Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos- que pedirá 1.200 millones de euros de dinero público a través del FROB.
Antes de esta operación, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, exploró otras opciones. El pasado día 10 firmó un borrador con los presidentes de las otras entidades. El consejero de Economía, Antonio Ávila, fue informado del acuerdo una vez rubricado y cuando la noticia estaba en casi todos los medios, la noche del pasado jueves, es decir, un día después, según varias fuentes. El papel de la autoridad administrativa (Junta de Andalucía) ha pintado más bien poco o nada ante el supervisor, que se rige sólo por criterios económicos.
"Esta decisión no estaba en la hoja de ruta, no nos imaginábamos que la situación de Cajasol es la que era", admitieron ayer fuentes políticas. En fuentes financieras sorprendió la rapidez de la operación de Cajasol con Banca Cívica, "porque podría responder a una situación de urgencia" inesperada. La reacción de los socialistas fue de resignación. El presidente de la Junta mostró su "total respeto" por lo que decidan los órganos de gobierno y aseguró que "lo importante" es garantizar la estabilidad del sector financiero. Desde la dirección del PSOE andaluz, su secretaria de Organización, Susana Díaz, contestó a una veintena de preguntas con la misma respuesta. "Se valorará sobre la base de su solvencia y al interés general de Andalucía", dijo.
Lo que se va ahora a analizar con lupa es el borrador firmado por Cajasol con Banca Cívica, toda vez que el Gobierno andaluz debe emitir un informe vinculante sobre la alianza. Según fuentes financieras, en este documento se fija la participación de Cajasol en el 29,1%, el mismo que para Caja Navarra; un 21,3% para CajaCanarias y un 20,5% para Caja de Burgos.
Esta distribución implica que Cajasol tendría la misma valoración que la entidad navarra pese a tener mayores activos: 33.000 millones de euros de la sevillana, frente a los 18.746 de Caja Navarra.
El acuerdo implica una presidencia cruzada: el navarro Enrique Goñi ejercería de consejero delegado en el consejo, mientras que Pulido sería el presidente de la corporación industrial. En cuanto a las mayorías reforzadas, el preacuerdo -que no es firme- establece que para determinadas "materias reservadas" se requerirá el 75% de la asamblea, si bien "por acuerdo de las partes o por el organismo supervisor" podría establecerse en el 70%, con lo que ninguna de las entidades tendría por sí sola una minoría de bloqueo.
El reparto en el Consejo de Administración es de cinco miembros de Cajasol, otros cinco de Caja Navarra, cuatro de CajaCanarias, cuatro Caja de Burgos y dos independientes. En la comisión ejecutiva, cada entidad tendrá dos representantes.
Para Cajasol es básico que la sede social y fiscal se haya establecido en Sevilla, si bien la sede operativa estará en Madrid. En el borrador no se especifica dónde estarán los servicios centrales de la nueva entidad.
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