Las rectas para McLaren, las curvas para Red Bull

Aunque Fernando Alonso parte con un colchón de ocho puntos, el perfil del circuito de Abu Dabi, un tinglado inmenso instalado en medio del desierto en el que Ferrari inauguró ya hace unos días su parque temático, da cierta ventaja a Red Bull, y en especial a su piloto Mark Webber. Al menos sobre el papel.

Adrian Newey, el ingeniero más reputado de la F-1 actual, ha diseñado un bólido, el RB6, que mezcla a las mil maravillas dos parámetros tan complicados de armonizar como son el índice de penetración del aire y el downforce (el agarre del coche al asfalto). El primero tiene una influencia decisiva en las rectas, donde lo que se persigue es que el bólido alcance la máxima velocidad posible, mientras que el segundo es la fuerza que lo empuja hacia el suelo, que adquiere una importancia determinante en las curvas que precisan de mucho agarre.

En conjunto, el Red Bull que Vettel y Webber llevan pilotando todo el año es la máquina más eficiente de la parrilla, algo que se ha repetido en la mayoría de pistas y que también ocurre en la de Abu Dabi, donde los dos pilotos de la escudería de las bebidas energéticas ya lograron el doblete el año pasado (con victoria del alemán).

"El Ferrari no es el coche más rápido en las rectas, en ese aspecto nos gana McLaren, y tampoco lo es en las curvas, donde la velocidad de paso de Red Bull está por encima, pero creo que, en conjunto, hemos sido competitivos en la mayoría de los circuitos y nos hemos adaptado bien. Tengo confianza en que esta vez volverá a pasar lo mismo", reflexionó ayer Fernando Alonso.

"Desde mi punto de vista, Red Bull es el favorito aquí", coincide Toni Cuquerella, el ingeniero jefe del equipo Hispania. "Esta pista precisa de una carga aerodinámica bastante elevada, y en esas circunstancias los Red Bull siempre son la referencia. En los dos primeros sectores puede que no dominen tanto, pero el último es muy ratonero y allí serán claramente superiores", argumenta el técnico valenciano.

Por más larga que sea la recta principal (1.173 metros), la ventaja que allí pueda adquirir Alonso gracias a las mejores prestaciones del propulsor que incorpora su F10 se volatilizarán en la segunda mitad de la vuelta, marcada por una larga sucesión de curvas angulosas donde los Red Bull deberían manejarse como si fueran culebras en vez de búfalos.

"A día de hoy, lo que marca la diferencia en la F-1 es la aerodinámica. La ventaja que te da una buena aerodinámica en las curvas es muy superior a la ganancia que te reporta tener un buen motor en las rectas", añade Cuquerella. "Red Bull ha hecho un coche que corre poco en las rectas en comparación a sus adversarios, pero en cambio es el más veloz en los virajes. Y eso, en según qué circuitos, es definitivo", zanja el ingeniero.

Este es el espíritu antes de que los coches empiecen a rodar. Los hechos son más asépticos: hay cuatro pilotos con opciones matemáticas de proclamarse campeones del mundo el domingo, aunque el británico Lewis Hamilton lo tiene peludo. A pesar de ello, y dadas las características del circuito, el colchón de ocho puntos que tiene Fernando Alonso parece muy pequeño. Hoy, primer día de ensayos, servirá para confirmar o desmentir la tesis anterior, aunque no será hasta mañana, en la sesión de clasificación, que el Mundial de F-1 más electrizante de los últimos años comenzará a decidirse.