_
_
_
_
Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Desbandada anglicana

Enrique VIII rompió con la Iglesia de Roma en el siglo XVI por razones personales -anular su matrimonio para casarse con Ana Bolena- además de políticas. Un soberano inglés mal podía aceptar una tutela espiritual, pero también temporal, teóricamente superior como era la del papado. Pero su ruptura acababa ahí, y solo el desarrollo ulterior del anglicanismo pudo crear una Iglesia protestante, separada de Roma por dogma y práctica religiosa. Por esa razón ha perdurado en la Iglesia de Inglaterra una línea llamada anglo-católica, que en lo doctrinal apenas se diferencia del catolicismo romano. Y esa proximidad ha producido en estos últimos tiempos de aggiornamento del anglicanismo, en especial con la ordenación de la mujer y la aceptación de prelados abiertamente homosexuales, una hégira de fieles hacia el catolicismo. Los últimos en tomar el portante han sido cinco obispos, lo que constituye la mayor desbandada y de más alta jerarquía anglicana del siglo. Tres de ellos estaban en activo: Andrew Burnham de la diócesis de Ebbsfleet; Keith Newton de Richborough, y John Broadhurst de Fulham; y dos, retirados: Edwin Barnes y el prelado australiano David Silk.

Los cinco, y en especial monseñor Broadhurst, se habían distinguido siempre por trabajar por el acuerdo eucarístico con Roma. La Iglesia anglicana, cuya jefa es la reina de Inglaterra, Isabel II, cuenta con algo más de 20 millones de feligreses en el país, y aunque el goteo de deserciones no cesa desde hace más de una década, fuentes eclesiásticas subrayan que solo 363 parroquias de las casi 13.000 de todo el territorio se han opuesto a que la mujer oficie como sacerdotisa.

Roma es muy dueña de aceptar o no a la mujer en sus ritos en pie de igualdad con el hombre, y ello es algo que solo debe concernir al creyente; pero lo cierto es que se ve cada día más como refugio ultramontano, hogar de los neo-con religiosos, y crecientemente ajena al siglo. Los cinco prelados han hallado posada en el seno de una institución en retroceso en todo el mundo occidental.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

La parada siguiente solo podría ser lo que quede de la obra del cismático Lefebvre. O el Palmar de Troya.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_