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Análisis:DESDE EL PARQUÉ | Mercados
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Arrecian los ataques a la periferia europea

El mercado de valores español no ha logrado evitar el contagio con el ambiente de los mercados de deuda, en los que los países periféricos han vuelto a resultar muy castigados. El precio de la deuda española cayó con fuerza y la rentabilidad del bono a 10 años subía hasta el 4,42% a última hora de la tarde, mientras que la rentabilidad del bund alemán subía ligeramente. El efecto inmediato fue la subida del diferencial por encima de los 200 puntos básicos, una situación lejana a la de Irlanda, pero nuevamente asimilada a la periferia.

El Ibex 35 abrió esta sesión por debajo de los 10.400 puntos que el pasado viernes servían de referencia y mantuvo durante casi toda la jornada fuertes altibajos, hasta llegar a caer a 10.217,40 puntos poco antes del cierre, con un 2,02% de pérdida. Algunos tanteos compradores, provocados por la cancelación de ventas del día, dejaron al principal índice de la Bolsa española en 10.291,80 puntos, con un descenso del 1,31%. La presión vendedora volvió a concentrarse sobre el sector bancario y muy particularmente sobre BBVA, que llegó a perder el 3,34% en algunos momentos de la sesión y que al final cedió tan solo el 1,49%. Las acciones de Banco Santander bajaron el 0,12% y las de Popular el 0,81%. Telefónica contribuyó a la caída del Ibex 35 con un descenso del 0,73%, después de descontar el dividendo.

Las presiones sobre los grandes valores provocaron desfases con el comportamiento del resto del mercado, con lo que el índice Ibex de los valores medianos subió el 0,10% y el de los pequeños el 0,18%, justo en un momento en el que los inversores parecían decantarse por las grandes sociedades con negocios transnacionales que pueden salvar los resultados.

El conjunto de las plazas europeas ofreció una imagen de debilidad, en buena parte porque los problemas de varios países de la eurozona terminarán afectando a la credibilidad de todos y, también, porque la evolución del euro en las últimas semanas puede acabar afectando a las economías más ricas, las que están superando mejor la crisis gracias a las exportaciones.

El ambiente en los mercados financieros es de desconfianza, en parte por la inestabilidad de las divisas, que llega en un momento en el que países y empresas necesitan tranquilidad para encarar la recuperación con algunas garantías.

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