El debate sobre las facturas sanitarias informativas, lejos de Euskadi
El Departamento de Sanidad descarta por el momento implantar la medida
Es una factura alegre para el que la recibe. Una de pocas, ya que se trata de un documento meramente informativo que se recoge con el alta médica en el caso de las hospitalizaciones, y cuya cuantía no debe ser abonada. La idea de emitir la denominada factura sombra ya se ha puesto en marcha en comunidades autónomas como Andalucía y Valencia. Pero no son las únicas, Cataluña también está gestando medidas similares.
El Ministerio de Sanidad, con Trinidad Jiménez al frente, aseguró antes del verano que la intención del Gobierno central es extender esta práctica en todas las regiones, aunque dejó la decisión en manos de los responsables comunitarios. Según las declaraciones vertidas este mismo mes por el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, "a lo largo del 2011, la mayor parte de las comunidades autónomas ya tendrán extendido este procedimiento". Todo ante las voces que han criticado que la factura sombra es el paso previo al copago.
Navarra también la ha rechazado y otras comunidades buscan alternativas
Euskadi, como Navarra, no está entre las regiones a favor. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, ha indicado en numerosas ocasiones que no está probado que la factura genere un verdadero ahorro. De momento, la factura sombra no se extenderá en Euskadi, según aseguran portavoces oficiales de la consejería. Sin embargo, algunos hospitales sí han optado por soluciones intermedias. Es el caso del Hospital de Galdakao-Usansolo, donde se está empezando a informar a los propios médicos del gasto que se hace de pruebas, análisis y otros conceptos para que sean conscientes del gasto y para identificar incrementos de costes.
En otros gobiernos regionales, como Aragón, por ejemplo, se han tomado también medidas intermedias. En esta comunidad, se ha habilitado una página web en la que se informa del coste de las pruebas, de forma general, a todo aquel que esté interesado.
El presidente de la Fundación Gaspar Casal, Juan del Llano, explica que la factura sombra es positiva, pero no se debe entender como una solución a corto plazo. "Es importante para concienciar a los ciudadanos, sobre todo, de los estratos sociales medio-bajos, que no sepan de forma clara que son los impuestos los que cubren las prestaciones sanitarias". Se trata de una medida de educación sanitaria, porque "el coste de la sanidad es gratuito solo en el momento de uso".
Y es que Del Llano entiende que "es esa gratuidad la que hace que se sobreutilice la sanidad pública", por lo que valora que la factura sombra es una medida que, integrada con otras como las nuevas tecnologías, podría "aminorar los usos indebidos" del sistema.
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