Máximo de seis meses en la Bolsa

La Bolsa española ha conseguido cerrar su tercera semana consecutiva al alza y lo ha hecho con el Ibex 35 en su nivel más alto en seis meses y por encima de los 10.900 puntos.

El mercado ha pasado por una fase de estancamiento en esta semana, con tres sesiones en las que el Ibex 35 no ha variado más del 0,04% y otras dos en las que las ganancias no han sido mayores del 0,28%, a pesar de que en todas las sesiones llegó a superar los 10.900 puntos y en la del martes incluso estuvo por encima de los 11.000 puntos.

La volatilidad interna de cada sesión no ha sido muy alta, pero consiguió definir los contornos de la zona en la que los inversores se sienten seguros. El lunes se marcó un mínimo intradía en 10.751,20 puntos y el martes el máximo con 11.021,60, niveles que indicaban una meta, en el caso del segundo, y un suelo, en el primero. Si algo ha quedado claro en estos días es que el mercado español carece de una tendencia propia, aunque tiene grandes posibilidades de sumarse al posible impulso alcista que se está gestando en otras plazas, aunque sobre esa opción hay muchas dudas.

Los mercados están muy pendientes de las medidas que pueda adoptar la Reserva Federal de Estados Unidos en su próxima reunión para relanzar la economía. Si se repiten algunas de las medidas previas, es muy posible que los inversores se sientan decepcionados, ya que tan solo han conseguido hasta ahora ayudar al sector financiero, pero la economía real apenas se ha beneficiado y, sobre todo, no han servido para crear empleo.

En el mercado español, la máxima atención se ha prestado al sector financiero tras presentar resultados algunos de sus componentes. Tal y como se esperaba, las dotaciones y la caída de los márgenes están lastrando las cuentas del sector, al menos en aquellas entidades "cautivas" de la economía doméstica. Los cambios en la cúpula directiva de Bankinter y la autorización del Banco de España a los máximos accionistas para elevar sus participaciones hasta el 29,99%, animaron algo el último tramo de la semana, aunque las cotizaciones no reflejaron interés ninguno por parte del mercado.

En Estados Unidos, los resultados trimestrales de muchas empresas han apuntado hacia una recuperación que más parece fruto de los ajustes internos de las empresas que producto de una mayor actividad económica. De hecho, los pocos indicadores publicados en los últimos días muestran una actividad débil o en retroceso y con escaso impacto en el empleo.

Los analistas, sin embargo, apuestan mayoritariamente por un tirón alcista en esta última parte del ejercicio y la mayoría de los índices parecen moverse en ese sentido, aunque de forma muy irregular y lenta. El Ibex 35 se ha sumado, a su manera, a esa orientación, a pesar de que muchos de los resultados empresariales publicados hasta ahora dejan entrever la débil situación de la economía.