La cumbre de sexología apuesta por los planes suspendidos por el Consell

La ciencia frente al dogmatismo. Un pulso que sigue sin resolverse en la sociedad, pero que los sexólogos no están dispuestos a que sea dirimido en la escuela. La suspensión temporal de los programas de intervención de educación sexual PIES para alumnos de 14 y 15 años operada por la Generalitat en julio -en una concesión a las presiones de grupos católicos conservadores y las críticas del arzobispado- se ha convertido desde el jueves en el tema estrella de la cumbre internacional de academias y asociaciones de sexología de referencia del ámbito nacional y latinoamericano, que ayer concluyó en Alicante. Los más de 400 participantes en el IV Congreso de Sexología concluyeron con una cerrada defensa de la vigencia y rigor de los planes educativos PIE que se imparten en la Comunidad Valenciana, desde hace dos años, bajo la tutela y supervisión de la Consejería de Sanidad.

El congreso defiende los programas PIES de Sanidad

La representante de la Generalitat admite ajustes, sin precisar cuáles

"Para garantizar que la educación general sexual que se imparta, siempre esté basada en la evidencia científica, responsable y sin dogmas, se incluirá este apoyo de todas las asociaciones profesionales de reconocido prestigio entre las conclusiones y en el Manifiesto, que servirá para preparar el Foro Mundial de Educación Sexual, que previsiblemente se reunirá en Madrid", confirmó en entrevista Felipe Hurtado Murillo, académico permanente y tesorero de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual de España y psicólogo clínico de la Agencia Valenciana de la Salud.

Sexólogos y científicos expusieron, tanto en la inauguración como en las mesas de trabajo del viernes, sus quejas y dudas ante la representante del Gobierno valenciano por la "suspensión temporal", y la intervención de la Consejería de Educación en la revisión de unos contenidos elaborados por sexólogos y técnicos sanitarios. Mercedes Pons Esteve, la jefa del Servicio del Plan del Sida de la Dirección de Salud Pública de la Comunidad Valenciana, confirmó que los PIES sufrirán un "ajuste", sin especificar el alcance, ni la dirección del mismo. No obstante, certificó que los nuevos planes se impartirán con dos técnicos: un psicopedagogo procedente de la Consejería de Educación y un experto de la Consejería de Sanidad.

Este aspecto es cuestionado abiertamente por los científicos y sexólogos de referencia, que ven en esta maniobra de "introducir dos especialistas en las mismas clases", un giro hacia posiciones de carácter más moral, como exigen los grupos ultraconservadores de la Iglesia católica.

Los sexólogos reunidos en Alicante tampoco entienden "por qué se tienen que revisar los contenidos de unos programas puestos en marcha hace dos años, con éxito". La representante de la Generalitat Valenciana no se extendió en qué criterios han operado para "ajustar" los PIE, ni en base a qué informes o estadísticas se han hecho.

No obstante, el hecho de que ya sea oficial que en enero los programas se retomarán con personal no exclusivamente sanitario, la contrapropuesta lanzada por la Consejería de Educación a Sanidad para que "los derechos de las familias queden salvaguardados", y la existencia de un manual elaborado por el Instituto Valenciano de Fertilidad (Ivaf), entidad vinculada al Opus Dei, no han pasado desapercibidos entre los expertos reunidos en Alicante, que temen un giro conservador a los PIE, confirma el sexólogo valenciano.

Para evitar este tipo de presiones, el congreso en el que participan la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual -que dio el visto bueno hace dos años a los programas PIE- incluirá su posición y su defensa de los "programas de educación sexual responsable, científica y sin dogmas" en el Manifiesto que hará extensible tanto en el futuro Foro Mundial como a ONG como Unicef, Save the Children, etcétera.

En toda Latinoamérica y en el resto del mundo -especialmente en países que están en vías de desarrollo- las sociedades científicas trabajan para evitar la extensión del sida y otras enfermedades sexuales, además de prevenir los embarazos indeseados entre menores de edad. Los sexólogos, como se puso de manifiesto en el congreso de Alicante, trabajan también por lograr la igualdad de género y la verdadera aceptación, no solo legal, sino social de la diversidad sexual.