El juez aprueba la prisión atenuada de Txelis por su "esfuerzo" por apartarse de la banda
El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, aprobó ayer la concesión de la prisión atenuada -que le permite salir de lunes a viernes de la cárcel para acudir a un curso de formación- a José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, ex jefe político de ETA condenado a 30 años de cárcel y que lleva desde 1993 expresando su rechazo a la violencia.
Castro daba así el visto bueno a una medida acordada previamente por Instituciones Penitenciarias. La decisión levantó críticas de asociaciones de víctimas.
A Alfredo Pérez Rubalcaba le preguntaron ayer en su primera rueda de prensa como portavoz del Gobierno si está premiando a los presos que abandonan la banda. El ministro de Interior contestó que no había leído aún el auto.
El magistrado explica de forma minuciosa en su resolución -avalada ayer por tres asociaciones de jueces- cómo se ha tomado la decisión. Castro afirma que en este caso se dan los presupuestos incluso para la concesión del tercer grado -que para presos por terrorismo son, además de cumplir la mitad de la condena, el abandono de la violencia, la petición expresa de perdón a las víctimas, la desvinculación de la organización y un compromiso de pago de la indemnización-. Recalca también que dos personas de la junta de tratamiento de la cárcel de Nanclares de Oca lo recomendaron, pero que al final la prisión optó por la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite un mayor control (se deja al preso en segundo grado pero se le conceden ciertas ventajas del tercero, como salir a hacer un curso). La medida permite "dar una respuesta proporcionada y constante a los esfuerzos de los internos por separarse del entorno de una organización criminal", según el juez.
Txelis fue detenido en 1992 en Bidart (Francia). En 1999 fue entregado a España, juzgado y condenado a 30 años como inductor de un asesinato, asesinato frustrado y amenazas (por el impuesto revolucionario). Lleva 18 años preso, 11 de ellos en España. El lunes cumple la mitad de la condena (teniendo en cuenta la redención por trabajo).
El juez detalla cuál ha sido su evolución. En 1993, tras un proceso de conversión religiosa, escribió un documento en el que pedía el abandono de las armas. Después del asesinato de Miguel Ángel Blanco habló de que ETA estaba alcanzando "como nunca" el "desprestigio político y social". Un año después fue expulsado de la banda.
En 2001, durante su juicio, afirmó: No soy miembro de ETA, no quiero ser miembro de la banda terrorista, guste o no". En 2002 escribió al juzgado señalando que militaba "en pro de la libertad, la justicia y la paz, desde sus convicciones y principios religiosos", y tras algún atentado se ha disculpado ante los funcionarios de prisiones. Además, ha empezado a pagar a sus víctimas la indemnización de 968.370 euros que debe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.