"Sin la pelota, es menos Barça"

Ha ido como aficionado a las dos últimas finales de Copa del Zaragoza. Pero también acompañó al equipo en el Calderón, ante el Getafe, el Villarreal... "Como dicen mis amigos, soy un enfermo del fútbol y del club", admite Ander Herrera (Bilbao; 1989), medio del Zaragoza. Supersticioso como pocos, empezó a estudiar Periodismo para dejarlo por Relaciones Laborales, también en punto muerto. Es el trampolín, el pase final. Hoy (18.00, GolTV y Canal + Liga) se bate con el Barça.

Pregunta. ¿Cómo está el equipo?

Respuesta. La situación anímica no es la mejor. Pero el Barça viene al dedillo porque puede darnos vuelo. Que nadie dude que el Zaragoza va a luchar por dejar a tres rivales más abajo en la clasificación. No estamos muertos.

"Sé de qué va el fútbol. Es un juego lleno de pasión y de envidias"

P. ¿Y cómo convive el grupo ante la continua amenaza de despido en la que parece instalado el entrenador?

R. Estamos expuestos a eso. Pero la plantilla está a muerte con el técnico, que el año pasado nos salvó de una situación mucho peor. Y no puede ser que por siete partidos malos, alguno muy malo, se dude. Por historia este no es el sitio del Zaragoza, pero es lo que hay. La situación económica es muy mala.

P. ¿Se le debe dinero a la plantilla?

R. Hay atrasos, pero está todo negociado y estamos tranquilos.

P. Esta semana echaron a Contini del entrenamiento y se dice que no hay armonía en el grupo, con tantas nacionalidades.

R. Si lo de Contini hubiese pasado con el equipo a mitad de tabla, no habría tenido revuelo. Es un momento de tensión. Y sobre las nacionalidades, no dudo de ninguno de mis compañeros. También había muchas nacionalidades en el vestuario del Inter del año pasado y lo ganó todo.

P. ¿Entonces qué falla?

R. Está claro es que no falla la propuesta, sino la ejecución.

P. ¿No cree que al equipo le dura poco el balón?

R. A mí me gustaría jugar de otra forma, pero tenemos unas características y eso no se puede cambiar. Aunque debemos esforzarnos en tener más la pelota. Se puede mediante el movimiento y sin esconderse.

P. ¿Eso le exige Gay?

R. Sí. Con el balón, me pide que me mueva entre líneas y que lance el último pase. Y sin la pelota, debo ocupar los espacios, ser una pared para el primer o segundo pase del rival.

P. Su padre, Pedro Herrera, es el secretario técnico del equipo. ¿Ha escuchado muchas veces que es un enchufado?

R. No me importa, sé de qué va el fútbol, un juego lleno de pasión, sentimiento y envidias. Pero la afición del Zaragoza siempre me ha dado tanto cariño como la que más.

P. Ahora llega el Barça...

R. No tenemos nada que perder, estos puntos se dan por perdidos de antemano. A mí me gusta tener delante a los mejores porque saco lo mejor de mí. Y entre ellos Iniesta, el que más me gusta. Por cómo es, por su humildad y su fútbol, es un referente.

P. ¿Qué es lo que más le preocupa del Barça?

R. Que te quita el balón y te hace sufrir. No se ha encontrado un método para parar al Barça. Guardiola es un fenómeno. No se le puede discutir nada. Es verdad que el Valencia le hizo daño, el Inter el año anterior también. Sin la pelota, es menos Barça. Pero luego te presiona con todos los jugadores arriba, no te da más que unas milésimas de segundo para elegir la siguiente acción. Y si no estás acostumbrado, no te sale.

P. ¿Y cómo se le quita el balón?

R. Con pillería, con inteligencia. Todo vale menos la violencia. Pillería sí, como la del Inter, que no sacaba los fueras de banda, el portero perdía tiempo... El Barcelona también tiene sus puntos débiles. Quizá se le puede buscar con las carreras de los puntas a las espaldas de los defensas. Y quitarle el balón, claro.