Mendía y Ares apaciguan al PP tras valorar Zapatero el cambio en Batasuna

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendía, y el consejero de Interior, Rodolfo Ares, tuvieron que volcarse ayer en apaciguar a su socio preferente en Euskadi, un PP algo revuelto por el reconocimiento del presidente del Gobierno de la evolución de la izquierda abertzale. "No va a haber ningún cambio" en la política practicada por el Gobierno vasco, aseguró Mendía, y, por tanto, "el PP no tiene que temer nada". A los recelos levantados por las palabras del presidente señalando que los pasos de la izquierda abertzale "no serán en balde", tras las que los populares temen que se esconda alguna intención respecto a su vuelta a las urnas, la portavoz del Gobierno de Patxi López reiteró que los radicales tendrán para que ello que cumplir la Ley de Partidos.

Detenido por provocar en 2001 quemaduras graves a dos 'ertzainas'

Por su parte, Ares conversó ayer durante el pleno del Parlamento con dirigentes destacados del PP, a los que garantizó que la política y la sintonía actual entre socialistas y populares en este campo, fundamental para la continuidad del pacto, se mantendrán. También recibió de ellos la advertencia de que elevan su nivel de "vigilancia", como dijo luego en público el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal.

El consejero de Interior les explicó que las declaraciones ayer de Zapatero no la ponen en cuestión ni indican ningún cambio de rumbo. El presidente del Gobierno, según Ares, se limitó a constatar que, aunque los pasos de Batasuna son "totalmente insuficientes" sí es cierto que "por primera vez hay una novedad importante, el conflicto entre la izquierda abertzale y ETA". El consejero de Interior negó que Zapatero esté yendo más lejos o diciendo algo distinto de lo que dicen el PSE y el Gobierno vasco, o el propio lehendakari. Sus palabras, aseguró "están en la misma línea".

Ares aseguró también que en las filas populares ve en realidad "tranquilidad" basada en la coincidencia en lo que se está haciendo. "Saben que es la política adecuada y que nos tiene que llevar acabar con el terrorismo", recalcó, subrayando también el contacto permanente que mantiene con los socios preferentes del Gobierno. El objetivo en esta materia es "seguir trabajando desde la máxima unidad, especialmente con el PP y el PNV", pero también con el resto de los partidos.

Pese a esas seguridades transmitidas por el consejero de Interior respecto de sus socios -algo que hizo aprovechando una declaración en los pasillos para dar cuenta de la detención de Asier Rodríguez López, acusado de provocar quemaduras muy graves a dos ertzainas en una emboscada hace nueve años- el PP no dejó de poner negro sobre blanco sus advertencias. Con posterioridad a esa comparecencia pública de Ares, el secretario general, Iñaki Oyarzábal, se sumó al presidente alavés y diputado en el Congreso, Alfonso Alonso, aunque no fue tan lejos como él, sino que más bien lo suavizó. Alonso exigió al lehendakari en una entrevista en Radio Euskadi "que dé un puñetazo en la mesa" y diga a Zapatero "que no dé esperanzas a Batasuna". Alonso consideró el presidente del Gobierno ha introducido "una sombra de duda" que "debe despejarse" porque preocupa al PP. La política pactada y la que justifica el cambio en Euskadi es "la de la derrota de ETA". De que se cumpla depende la estabilidad del Gobierno socialista vasco, dijo.

Oyarzábal, interlocutor habitual de Ares para el acuerdo de bases para el cambio, se centró exclusivamente en Zapatero, al que pidió que deje de "frivolizar" y no mencionó al lehendakari. Al presidente del Gobierno le exigió "más responsabilidad y menos juegos de palabras". Y sí realizó una advertencia muy clara: "desde el PP no vamos a pasar ni una".