Morata apela al trabajo en red de la sociedad civil para ganar el futuro
"Las acciones acordadas relegan a los manipuladores y a los intransigentes"
José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, apeló ayer a todos los "delegados" de la sociedad que ocupan cargos como "mandatarios" de sus representados a asumir sus responsabilidades con "franqueza desde la sinceridad" para afrontar la actual situación económica.
Morata eligió la Real Sociedad Económica de Amigos del País para ofrecer su primera alocución pública desde que asumió el cargo en junio y apeló a una pléyade de dirigentes empresariales, representantes de los dos sindicatos mayoritarios, algún político de izquierda o un rector y su predecesor a "desaprender los ritos y roles representados en los años de la burbuja, de la embriaguez y la autocomplacencia", para asumir la necesidad de alcanzar pactos que permitan superar la nueva situación económica.
"Tenemos que desaprender los roles asumidos durante la burbuja"
"Las sociedades funcionan por pactos", arrancó. Toda su intervención fue una constante invitación al pacto, al acuerdo, al trabajo en red, al convenio silencioso para establecer objetivos colectivos. "El futuro no se espera, se conquista". Y un canto continuo a las virtudes del consenso: "Las acciones acordadas relegan hacia fuera del núcleo de liderazgo social, político o socioeconómico a los manipuladores, los intransigentes, los poseedores de la verdad absoluta, los autócratas antidemocráticos, a los insolidarios, a los de palo largo y mano dura en sus distintas apariencias".
Morata se remontó con emoción al pacto constitucional, a los Pactos de La Moncloa, a la integración en el euro o al Estatuto de Autonomía. "Todo ello por voluntad de la mayoría representada por los que ostentaban la legitimidad en lo político, y muy especialmente por la sociedad civil, verdadera y única tenedora de los valores que la clase política y la representación empresarial o sindical deben observar y seguir como simples mandatarios que son, o somos, de la visión y el proyecto de la ciudadanía".
El presidente de la Cámara apuntó cómo la situación económica exige renunciar a antiguas certezas. "Precisamos un cambio basado en la generosidad no solo en el esfuerzo y la asunción de deberes sino en el diálogo en la búsqueda del consenso, de un nuevo pacto social progresivo, progresista y democrático".
Ni los políticos tienen capacidad para intervenir sobre nuevas realidades como las "migraciones masivas y la globalización del sector financiero", constató. "Vivimos una crisis de gobernanza", sentenció. Y planteó: "Afrontar esta situación precisa sensatez, transparencia, pedagogía y autocrítica...; pero los negacionistas, portadores del inmovilismo y la inacción, inundan nuestro entorno y debaten con frecuencia y acritud con los populistas con el único objetivo compartido de que nada cambie para que ellos permanezcan".
Morata lamentó que licenciados muy formados ocupen puestos por debajo de su capacidad, que el fracaso escolar se eleve a tasas del 35% o que los menores de 35 años concentren el mayor número de parados. "Algunos dirán que estos son asuntos para los Gobiernos. Yo creo que no. Los empresarios debemos dar un paso al frente y afirmar que el progreso de las empresas gravita sobre la formación", afirmó.
Dibujó un panorama económico inmediato sombrío, pero sólo para reiterar la necesidad de un cambio de actitud para "aplanar el protocolo y buscar la complementariedad". "Empresarios, intelectuales, políticos y académicos declarémonos vulnerables, incompletos, manifiestamente mejorables y dispongámonos al diálogo y la sinergia". "Tenemos que ejercer", concluyó.
Esteban Morcillo, rector de la Universitat de València, aplaudió en público un discurso que calificó como "inteligente, abierto y optimista".
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