Aprobado el borrador de la ley Municipal
El Gobierno dio luz verde en su reunión de ayer al borrador del anteproyecto de la ley Municipal que tantas críticas le ha granjeado entre los grupos de la oposición y la asociación municipal Eudel, ante el retraso registrado sobre los compromisos adquiridos por el Ejecutivo en su calendario legislativo. Pese a la aprobación, la preceptiva tramitación del documento retrasará su debate y tramitación en la Cámara hasta después de las elecciones locales y forales de mayo próximo.
El Gabinete socialista remitirá primero una copia del borrador a las Diputaciones y Eudel. El secretario general de Presidencia, Manuel Salinero, dará a conocer el próximo viernes los detalles del documento durante una rueda de prensa que ofrecerá en Bilbao, una vez que el texto haya sido remitido a las instituciones implicadas. Estas dispondrán de 20 días hábiles para presentar sus propuestas de modificación.
La tramitación en el Parlamento se iniciará después de las elecciones
El Ejecutivo analizará las alegaciones para decidir si las incorpora o no al texto. El siguiente paso consistirá en la elaboración de los informes pertinentes que han de avalar el proyecto de ley. Una vez aprobado este por el Consejo de Gobierno, se remitirá al Parlamento, donde se votará y, en caso de recibir el apoyo necesario, adquirirá rango de ley.
La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, reconoció ayer que todo el proceso requerirá "unos meses" y probablemente el proyecto no llegará al Parlamento hasta el inicio de la primavera de 2011. La Cámara, por tanto, no comenzará a debatir y tramitar la ley hasta después de los comicios, que quizá den luar a un reparto de poder distinto en los Ayuntamientos.
Mendia restó importancia a la demora. Argumentó que Euskadi, la única comunidad qeu carece de una normativa de este tipo, sufre un retraso de "30 años" y no resulta justo, a su juicio, criticar ahora al Gobierno por unos meses de aplazamiento, en especial, cuando se trata de una ley compleja y parte de la dilación se debe a la decisión de esperar a disponer del acuerdo de bases de Eudel para concitar "el mayor consenso".
