La familia pospone repatriar el cuerpo de la madre por el estado del bebé
El esposo de la fallecida asegura que no quiere criminalizar al conductor
La repatriación del cadáver de Khadija el Haddad, la mujer embarazada de nueve meses a la que se le practicó una cesárea post mórtem tras un atropello, ha sido pospuesta. Estaba previsto que el cuerpo llegase hoy a Targuist, un pueblo en el norte de Marruecos de la provincia de Alhucemas, pero el estado de gravedad del bebé hizo que los familiares se planteasen esperar unos días.
El niño, llamado Mouad, permanece ingresado en estado crítico en el hospital de La Paz. La familia no ha autorizado al centro a emitir informes puntuales con el estado de salud del bebé. Eso provocó ayer cierto desconcierto, cuando el portavoz de la familia, Abdessakan Yaagoni, anunció que el pequeño había fallecido. El hospital rectificó esa información poco después.
En la mezquita de la M-30 se realizó la oración y el funeral por la joven madre
El traslado del cuerpo de Khadija, una marroquí de 26 años, lo iba a llevar a cabo la funeraria Los Remedios después de completar todos los trámites legales exigidos para la repatriación.
La evolución de Mouad marcará los tiempos en los que se llevará a cabo. "Está todo preparado, pero la familia decidirá qué día se lleva a cabo", informaron desde la funeraria. Hasta entonces permanecerá en la mezquita de la M-30, adonde llegó ayer a mediodía desde el Instituto Anatómico Forense. Allí se llevó a cabo la oración y el posterior funeral por la joven madre.
Rachid Jahah, el marido de la víctima y padre del bebé que se debate entre la vida y la muerte, leyó ayer las declaraciones de la familia del conductor en las que maldecía lo ocurrido y se ofrecía a ayudar en todo lo que estuviese en su mano. Rachid aseguró que no quería criminalizar al hombre. "Lo dejo en manos de la justicia", dijo. "Nosotros entendemos que fue un accidente, que el señor no quería hacerlo", agregó un íntimo amigo suyo, Jaime Agzanay, "y todos esos sentimientos son muy contradictorios. Pero no vamos a martirizarlo".
El drama ha golpeado también a Valeriano, el hombre de 66 años que iba al volante del coche que arrolló a la mujer en una calle conflictiva de Collado Villalba. Está por ver si el accidente se produjo en un paso de cebra o dos metros más adelante. "Intentamos que no vea las noticias, ni escuche la radio, ni lea periódicos. Estamos muy preocupados por él, está pasando unos momentos terribles", explicaba su hija al otro lado del teléfono. Valeriano insiste en que golpeó a la mujer una vez que había rebasado el paso de cebra, justo en un momento en el que le deslumbraba la luz del sol, en el ocaso del día. El hombre irá a declarar al Juzgado de Instrucción número 1 de Collado Villalba cuando la juez que lleva el caso lo estime oportuno.
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