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Reportaje:Empresas & sectores

Las subastas pujan por más

Christie's, Sotheby's y Phillips entran en ferias de arte, galerías, enotecas...

Miguel Ángel García Vega

En una época en la que todo se replantea, las grandes casas de subastas, encabezadas por Christie's y Sotheby's, están haciendo su particular reflexión. ¿Qué queremos ser en el siglo XXI? O, más sencillamente, ¿qué queremos? "Parecen quererlo todo", contesta el coleccionista Marcos Martín. "Se están abriendo a nuevas líneas de negocio e, incluso, y esto era algo inimaginable hasta hace poco, están tentando a algunos artistas de primer nivel a obviar las galerías que les representan y vender directamente a través de ellas. Si esta tendencia se consolida, sería uno de los mayores cambios que haya vivido en su historia este mercado". Hoy, estas grandes casas están vadeando límites hasta ahora nunca superados. "Sustituir en parte la labor de las galerías tendría unos efectos que aún no somos capaces de calcular. Aunque no creo en su capacidad, por ejemplo, para buscar talentos como hacen las galerías, ya que no es su negocio", matiza otro coleccionista, Paco Cantos.

Sotheby's abre una vinoteca en Nueva York y en Internet para sus clientes
Christie's monta en Londres una feria de arte coincidiendo con la famosa Frieze

Mientras estas cuestiones se dirimen, en esta exclusiva industria se percibe una creciente sensación de desconfianza, que resume la galerista Oliva Arauna: "Las casas de subastas quieren meterse, al menos un poco, en nuestro terreno, porque creen que van a conseguir más dinero del que ellos logran en el mercado secundario. Y, seamos sinceros, algunos creadores (como el británico Damien Hirst) también lo piensan, pues no han tenido reparos en llevar su obra directamente a subasta. Aunque "solo muy pocos artistas, aquellos que tienen un mercado consolidado, podrían hacerlo", reflexiona Arauna. "Pero incluso así, sería perjudicial para ellos, pues las subastas a veces salen bien y otras no. Además, supondría un enfrentamiento directo con la galería".

Ahora bien, es un escenario al que no todos creen que se llegará. "La galería es insustituible porque no solo vende sino que promociona, cuida y gestiona al artista", puntualiza María Inés Rodríguez, conservadora jefe del museo leonés MUSAC. O como dice la galerista Soledad Lorenzo: "Las galerías somos un intermediario entre el artista y la sociedad. Las subastas tratan con obras de arte, pero no con personas. No cuidan al artista, se limitan a nutrirse de obras existentes".

Pero nadie duda de que atravesamos tiempos de grandes cambios y todo es posible. Esta misma semana se está celebrando en Londres la feria Frieze, considerada como la tercera gran cita internacional del arte contemporáneo. Pues bien, coincidiendo con ella, Christie's ha lanzando su propia feria -Multiplied- dedicada a la obra gráfica y las ediciones contemporáneas de fotografía. Y lo ha hecho desde un enfoque low cost. El local cuesta unos 1.100 euros (en Arco 40 metros cuadrados valen, aproximadamente, 10.000 euros) y las obras empiezan por debajo de 110 euros. ¿Puede ser el primer paso para que la sala de subastas cree su propia feria de arte en competencia con los grandes del sector?

En Christie's niegan la mayor y explican que la feria ha sido una forma de aprovechar sus salas de South Kensington (Londres) para dar visibilidad a galerías neófitas londinenses que, de otra forma, estarían ensombrecidas por Frieze. Pero, también, es una manera de reivindicar que "durante los últimos años muchos artistas contemporáneos y fotógrafos han iniciado sus carreras produciendo obra en formato de ediciones. Hay mucha energía y creatividad en este segmento, así que pensamos que sería una gran idea dar una plataforma a artistas jóvenes y nuevas galerías para que mostraran parte de este asombroso trabajo", explica Jussi Pylkkanen, presidente de Christie's Europa.

De lo que no hay duda es de que Christie's está diversificando sus actividades y, por tanto, quiere ser mucho más que un mero espacio de encuentro entre compradores y vendedores. Todo esto se aprecia en su lista de intereses, que transita desde lo inmobiliario (Christie's Great Estates) a la enseñanza (Christie's Education) pasando por los seguros (Christie's Insurance) o el almacenamiento de obras (Christie's Fine Art Storage Services). "Creemos que los clientes esperan un servicio que vaya más allá de la sala de subastas", apostilla Jussi Pylkkanen. Esta reflexión explica, por ejemplo, la compra en su día de Haunch of Venison, una de las principales galerías de arte contemporáneo.

Frente a esta agresiva estrategia, su archirrival, Sotheby's, no ha tardado en responder. Acaba de abrir una vinoteca en Nueva York acompañada por su correspondiente tienda outlet en Internet. "Llevamos tiempo planteándonos este negocio ya que a menudo hablamos con gente interesada en comprar vino en Sotheby's, pero que busca más flexibilidad e inmediatez que la que les supone pujar en las subastas. La tienda nos permite ofrecer un servicio completo a quienes estén interesados en este mundo", dice Jamie Ritchie, presidente de Sotheby's Wine.

Y al igual que en Chiristie's, la actividad cada vez tiene más ramificaciones: Sotheby's Art Institute (educación), Sotheby's Realty (inmuebles de lujo) y Sotheby's Diamonds (joyas) son tres filiales que acompañan al negocio central de venta de obras de arte y objetos de gran valor. Junto a esta, la división Corporate Art Services, creada hace un año, se dedica a asesorar empresas que coleccionan arte. También ha adquirido la galería especializada en maestros antiguos, Robert Noortman.

Toda esta actividad revela cambios vertiginosos. Las casas de subastas, inmersas en una enorme competencia, plantean cada vez estrategias más agresivas. Desde que Mercury Group

el gigante ruso de la venta al por menor, se hizo con Phillips, se nota que ha dado un paso adelante en cuanto a creatividad a la hora de captar clientes. Por ejemplo, ha lanzado subastas como BRIC (Brasil, Rusia, India y China) a la búsqueda del próspero comprador de países emergentes. Y para cerrar el círculo, acaba de abrir una sala en Park Avenue (Nueva York). Y no es todo. Con el fin de difuminar más los límites entre galería, casa de subastas y museo, no tiene reparo en plantear subastas comisariadas por un experto a modo de pequeñas exposiciones.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.
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