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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

David Maljkovic.

A veces sabemos más de una cultura por su arquitectura que por sus testimonios escritos. Las ruinas y los edificios no mienten, y el monumento ha seguido siempre gustosamente a los tristes dictadores a través de cada extravagancia, o de sueños supuestamente imposibles. Para su primera exposición en una galería española, el croata David Maljkovic (Rijeka, 1973) ha ideado una instalación con fotografías de los vestigios de la arquitectura moderna de la Croacia socialista dispuestas a la manera de los gabinetes de curiosidades, precursores del museo y sus funciones de colección, exposición y estudio. La obra recrea un stand de la Feria Internacional de Zagreb -símbolo del próspero intercambio económico entre Oriente y Occidente- e incluye collages que el artista ha insertado en las páginas de revistas de arquitectura de la época hechos a base de imágenes del viejo recinto ferial, confrontadas con otras actuales, estableciéndose así una zona de pensamiento donde el espectador forcejea con la necesidad natural de creer que en el mismo fracaso subyace la idea de comenzar de nuevo.

David Maljkovic

Lost Cabinet

Galería Nogueras & Blanchard

Xuclà, 7. Barcelona

Hasta el 13 de noviembre

Maljkovic no tiene un conocimiento de primera mano de la época dictada por el mariscal Tito, y esto hace que vislumbre para su país historias alternativas a la vez que es capaz de redefinir aquellas edificaciones como monumentos para épocas venideras. Como estudiante en plena guerra balcánica, durante los noventa fue capaz de rechazar cualquier sentimiento trágico de la vida: el futuro solo podía mostrar al día a día sus límites y su insistencia heroica en el proyecto socialista de la modernidad.

El archivo lleno de astucias y sutilezas que propone Lost Cabinet es, en realidad, una defensa contra la implacable representación de la historia que ha contaminado el pasado y el porvenir, pero para la que todavía queda ese borgiano desierto secreto que de algún modo debería comprometer al ser humano.

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