Pantoja responderá "con sus bienes" de la fianza por blanqueo
El juez deplora el acoso de los medios a la cantante, que acabó con la ropa rota
La cantante Isabel Pantoja, que acudió ayer a los juzgados de Marbella a cumplimentar un trámite menor -recoger un auto de apertura de juicio oral contra ella por blanqueo de capitales- se vio sometida a un viacrucis del que salió cubierta de insultos y con el vestido roto. Un centenar de periodistas -de prensa rosa y de información general- y varias decenas de espectadores de programas del corazón, que la esperaban desde primera hora, la sometieron a un acoso tal que el juez instructor del caso, Sergio Ruiz, se quejó formalmente, una situación sin precedentes, al menos en Andalucía.
El Mercedes gris de Pantoja llegó a los juzgados marbellíes poco antes de las nueve de la mañana, una hora antes de su cita. Nada más verlo aparecer por la avenida del Mayorazgo, la nube de reporteros se abalanzó sobre el vehículo, que tardó 10 minutos en recorrer 50 metros, lo que causó un pequeño atasco en el centro de la ciudad. Cuando el coche, empujado por detrás por dos fans, llegó a la escalera del edificio judicial, las cámaras y micrófonos hacían imposible a Pantoja salir. Hicieron falta seis policías para que la cantante, con gafas de sol, pudiera iniciar su ascenso hasta el juzgado.
Al abrirse el Mercedes se desató la locura: una melé de codazos, gritos, empujones y caídas con centro en Pantoja se desplazaba escaleras arriba. Pese a la protección policial, la cantante llegó ante el juez instructor con la ropa rota. La artista se quejó también de que había sido "agredida". En el camino tuvo que escuchar gritos de "ladrona", "a Alhaurín" -en referencia a la prisión provincial de Málaga- o "tienes que cantar aquí como una gallina en el escenario".
El magistrado, que constató los daños en el vestido de Pantoja, deploró, a través del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el comportamiento acosador de los periodistas y ordenó que Pantoja saliera por la puerta de los calabozos "para proteger su integridad física" frente los reporteros. La tonadillera optó por no denunciar los daños. Cuando la cantante se marchó, los vecinos presentes siguieron regalando su opinión a los reporteros del corazón. Un obrero que había salido del tajo para ver el espectáculo manifestaba: "La Pantoja ha hecho lo que cualquiera en su lugar: poner la mano".
El resultado de la gestión fue lo de menos. Pantoja, acusada de blanquear 1,84 millones de euros obtenidos de forma ilegal por su anterior pareja, el ex alcalde Julián Muñoz, contó al juez que no dispone de dinero líquido para abonar la fianza de 3,6 millones que se le ha impuesto como garantía por si es condenada en el juicio, para el que no hay fecha todavía. No obstante, le informó de que posee patrimonio por ese valor, que puede ser embargado. Por otro lado, el ex regidor y su ex esposa, Mayte Zaldívar, se han declarado insolventes para abonar sus fianzas -de 7,4 y 2,6 millones respectivamente- y el juzgado averiguará qué bienes de origen legal les puede embargar.
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