Blanco vaticina que el AVE a Valencia generará 136.000 empleos en seis años

Una inauguración en toda regla, con dos meses de adelanto: más de 300 invitados, decenas de medios de comunicación y hasta el arzobispo. El ministro de Fomento, José Blanco, celebró ayer la llegada del primer AVE a Valencia en pruebas con viajeros, a 200 kilómetros por hora, dos meses antes de que se ponga en servicio la línea entre Madrid-Cuenca-Albacete (15 de diciembre) y a Valencia (18 de diciembre), ya con los sistemas de señalización operativos, a 300 kilómetros por hora. Acompañaron al ministro en el viaje entre Hoya de Roda (Cuenca) a Valencia, la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá (que se declaró "eufórica") y el presidente autonómico, Francisco Camps, entre otras autoridades. Blanco disculpó la ausencia del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (que la semana pasada cuestionó el liderazgo del presidente Zapatero), quien tenía otro acto.

Fomento espera 3,6 millones de pasajeros al año, 800.000 nuevos

Tras la multitudinaria presentación en la estación provisional Joaquim Sorolla (cuando se construya el túnel correspondiente el AVE llegará a la estación Nord de Valencia), Blanco presentó un estudio del futuro impacto económico de la infraestructura para la capital levantina, que cifra en 136.000 los empleos que generará en los seis primeros años de funcionamiento. La línea Madrid-Valencia ha supuesto una inversión de 5.118 millones de euros (12.410 millones en total si se incluyen los tramos a Albacete, Alicante y Murcia) durante los seis años que ha durado su construcción, y la creación de 105.720 puestos de trabajo. Esa inversión, según el estudio, está generando más de 10.000 millones en volumen de negocio por su influencia en los sectores de restauración, comercio y venta y reparación de vehículos. Sumado el impacto de la construcción al inducido en los seis primeros años de servicio, el volumen de negocio total asciende, según el estudio Centro de Estudios Económicos Tomillo, a unos 22.500 millones de euros.

Se prevé que el AVE valenciano sea utilizado por 3,6 millones de viajeros anuales, de los cuales 800.000 serán nuevos pasajeros animados por la inauguración de la infraestructura. Esta además contribuirá a mejorar la productividad al ahorrar 21 millones de horas al año en desplazamientos frente a otros modos de transporte. Por ejemplo, sustituirá el 55% de los viajes en avión entre Madrid y Valencia y el 25% de los desplazamientos en coche y el 5% de los realizados en autobús.

El viaje entre Madrid y Valencia durará unos 95 minutos, se realizará en trenes S-112, un modelo muy similar al S-102 conocido como "pato", pero con solo dos clases y 365 plazas, 50 más que el anterior. Será el primero que tenga enchufes de 220V en todas las plazas y habrá cobertura de telefonía móvil en toda la línea. Renfe aún no ha dado a conocer el precio del billete, pero teniendo en cuenta que tendrá un coste por kilómetro similar a los AVE ya operativos se calcula que rondará los 80 euros el trayecto.