Los plastificantes no prueban nada
La Agencia Mundial Antidopaje precisa que con los análisis realizados no se puede asegurar que Contador recurriera a una autotransfusión
Por primera vez desde que se hicieron públicas sus cuitas con un control antidopaje en el pasado Tour, Alberto Contador envió un mensaje mínimamente optimista a través de su Twitter . "Querer es poder", tecleó el chico de Pinto a mediodía y, casi como en respuesta a sus plegarias, ya entrada la noche llegó desde Canadá, desde la sede de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) una frase para justificar su esperanza. "No podemos asegurar al 100% que [la presencia de restos del plastificante DEHP en la orina] indique una autotransfusión de sangre. Otras explicaciones son posibles", dijo en Montreal, según recoge AFP, Olivier Rabin, director científico de la AMA . Esta declaración limita y precisa el alcance del hallazgo de elevadas cantidades de plastificantes en la orina de Contador los días 20 y 21 de julio, mediante un método que, según algunos científicos y el propio director jurídico de la AMA, David Howman, podría servir ante un tribunal para probar un caso de dopaje sanguíneo .
La dilación en la decisión es síntoma de tensiones políticas entre la UCI y la AMA
"Querer es poder", comentó optimista el ciclista de Pinto en su Twitter
Después de esta declaración, será muy difícil que Contador pueda ser sancionado por los plastificantes. De hecho, en ningún momento ha recibido más comunicación del laboratorio de Colonia que la que hace referencia a los 50 picogramos de clembuterol hallados en su orina el 21 de julio . Sin embargo, la insidia generada por la información sobre el hallazgo de los plastificantes, la duda, permanece y puede influir en las próximas decisiones de la Unión Ciclista Internacional (UCI), cuyo presidente, Pat McQuaid, comunicó hace dos semanas su deseo de dar carpetazo al asunto en no más de 10 días, pero que aún no ha tomado ninguna decisión entre cerrar lisa y llanamente el problema del clembuterol aceptando la ingesta accidental de la sustancia prohibidas a través de una carne contaminada u ordenar a la federación española la apertura de un expediente sancionador por dopaje. La dilación es un síntoma no tanto del alargamiento del debate científico, como de las tensiones políticas entre la UCI y la AMA, la desconfiada superpolicía mundial del dopaje, que mantiene desde hace tiempo unas relaciones tensas con McQuaid.
Contador siempre ha mostrado su deseo de contribuir al debate científico sobre la posibilidad de que el clembuterol llegue al organismo humano por el consumo de carne de reses engordadas fraudulentamente con la sustancia prohibida, un antiasmático con efectos anabolizantes, y de hecho aún sigue contactando con investigadores veterinarios en el campo, pero la negativa de la UCI y la AMA las últimas semanas a oír sus argumentos le sumió en un pesimismo tal que hace ocho días, en su penúltimo mensaje en su Twitter escribió: "Estoy realmente triste y desilusionado. Por más que lo intento no consigo entender nada". Aquel día, el 6 de octubre, horas después de leer en el New York Times que lo de los plastificantes alguien se lo tomaba en serio, se reunió con el presidente de la federación española, quien quiso concertar una cita con los dirigentes de la UCI y la AMA a la que Contador iría acompañado de la experta española del CSD Cecilia Rodríguez y del director del laboratorio antidopaje de Madrid, Jesús Muñoz-Guerra. Sin embargo, las personas con las que contactó de ambos organismos le dijeron por teléfono que se ahorrasen el viaje, que no les recibirían.
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