El techo voló cuando el instituto estaba vacío
El temporal está en franca retirada. A su paso, ha dejado una secuela de daños en edificios y en el medio ambiente, principalmente causados por los vendavales. Ayer se conoció que el día 9 por la noche el viento arrancó el tejado del instituto Joaquim Mir de Vilanova i la Geltrú (Garraf), que alberga también la escuela de idiomas de la población, como ilustra la fotografía, que muestra parte del tejado caído en medio de uno de los patios. La lluvia se encargó de hacer el resto e inundó aulas y laboratorios. Los casi 1.500 alumnos de los dos centros estarán al menos una semana sin poder ir a clase. Otra consecuencia del vendaval es un clásico en estas situaciones: una vez más, la mayor parte de las playas catalanas se han quedado sin arena.
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