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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Maurice Allais, economista francés y premio Nobel

Sostenía que la globalización solo beneficia a las multinacionales

Antonio Jiménez Barca

Dos días antes de que la Academia Sueca eligiera el Premio Nobel de Economía 2010, fallecía en su casa de Saint-Cloud el único francés que lo ha conseguido hasta ahora, Maurice Allais. Falleció el 9 de octubre, a los 99 años, y nada en la primera etapa de su vida le condicionó a dedicarse a una ciencia que le encumbró.

Nació en París, en 1911. Su familia se dedicaba a vender leche, huevos y nata. Su padre murió en el frente de la I Guerra Mundial y fue su madre la que lo educó en unas condiciones que él mismo describió como "difíciles". "Fuimos pobres", manifestaría, más simplemente, años después.

Brillante alumno de todo, fascinado particularmente por la historia, sus profesores le aconsejaron dedicarse a las ciencias. Se matriculó en la Escuela Politécnica. Fue alumno de la Escuela de Minas, institución a la que se ligó para siempre: ahí trabajó como profesor hasta su jubilación, en 1981. En un primer momento, se dedicó a la física. En el fondo, y como él siempre confesó, fue un físico frustrado al que sus teorías económicas robaron la fama y el tiempo.

Su interés por la economía nació en un viaje a la destrozada sociedad estadounidense de 1933, roída de arriba abajo por la Gran Depresión. "El crack del 29 me hizo economista: frente a un desierto de fábricas vacías, me propuse entender qué había pasado", explicó en 1988.

Sus trabajos económicos versaron sobre el desarrollo de la economía matemática, sobre el equilibrio general, el capital o la teoría monetaria. Entre sus obras más conocidas se cuenta Tratado de Economía pura, publicado en 1994, y Errores en la construcción europea en 1992. Fue galardonado por el Premio Nobel en 1988.

Se definió siempre como un liberal ("sin que esto quiera decir defender siempre el dejarhacerismo"), defendía asimismo cierto tipo de proteccionismo europeo y en los últimos años se había convertido en una voz autorizada que alertaba de los riesgos de la globalización en los medios de comunicación: "La globalización no puede sino engendrar por todos lados inestabilidad, paro, injusticias, desórdenes y miserias de todas clases. Será una desventaja para todos los pueblos", decía. Y añadía: "Una globalización generalizada no es ni inevitable, ni necesaria, ni deseable. Las únicas que se aprovechan de eso son las multinacionales".

Un comunicado del Elíseo recordó ayer que Allais no era solo "un teórico de la economía, sino un sabio que tomaba partido en el debate público con modernidad" y que en los últimos tiempos había reclamado, entre otras cosas, "una reforma del sistema monetario internacional".

Maurice Allais, con el Nobel en 1988.
Maurice Allais, con el Nobel en 1988.AFP

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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