Los mercados funcionan a medio gas

Los mercados de valores vivieron ayer una sesión en la que la actividad y las oscilaciones de los precios fueron mínimos, en parte como consecuencia de la ausencia de referencias macro y, también, porque las perspectivas sobre la economía son cada vez más negativas.

La tensión que viven los mercados de divisas en las últimas semanas apenas se ha trasladado a los mercados de valores, aunque los analistas afirman que el tirón de la Bolsa de Nueva York en estos días se debe al atractivo de un dólar barato y a la posibilidad de que se produzca un reequilibrio de los tipos de cambio que aporte un beneficio adicional.

En la Bolsa española el ambiente era aún más apagado al decidir algunos inversores sumarse al puente y dejar que fueran otros los que tomaran las decisiones, pero a la vista de los resultados, parece que nadie tenía ganas de asumir responsabilidades. La contratación en el Mercado Continuo bajó hasta 3.469,02 millones de euros, de los que 1.586 millones procedían de las operaciones de lavado de cupón de Banco Santander y BBVA. En el "mercado abierto" se movieron 1.536,29 millones de euros, de los que casi el 60% procedía de los tres principales valores del mercado.

Los tanteos iniciales de esta sesión fueron lo más importante, con un máximo intradía en 10.756,90 puntos conseguido en los primeros minutos y un mínimo en 10.645,40 puntos que llegó casi una hora después. A partir de ese momento los inversores optaron por esperar a ver lo que sucedía en otras plazas, pero el espectáculo no consiguió inspirarles y al cierre el Ibex 35 perdía el 0,19% para quedar en 10.700,80 puntos.

El único indicador que llegó en esta sesión procedía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en forma de índice adelantado, y cuyo dato del pasado mes de agosto anuncia que las grandes economías muestran preocupantes señales de ralentización.

El dato en sí mismo no sorprendió a nadie, pero viene a confirmar que los mercados tendrán que encarar el último tramo del ejercicio con ese lastre. Por el momento, lo que más preocupa a analistas e inversores son los resultados empresariales que se publicarán en Estados Unidos en los próximos días.