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Reportaje:

En busca de Gina Lollobrigida

Dos extras de un filme de la actriz, vecinos de Cans, viajan a Roma para conocerla

Durante el rodaje de Salomón y la Reina de Saba, Tyrone Power murió de un infarto en Madrid. Lo sustituyó, en el papel de Salomón, Yul Brynner. Fueron legendarias, además, las farras del actor George Sanders y, sobre todo, la actriz italiana Gina Lollobrigida, reina de Saba y musa en la película que King Vidor realizó en la España de 1959. También los vecinos de Cans Juan Sánchez, O Raposo, y Serafín Rodríguez, O Ghordo, recuerdan aquellos días. Los dos amigos de la parroquia porriñense trabajaron como extras en ese clásico de la época dorada de las superproducciones. Hoy, de mano de la cineasta Susana Sotelo, parten en furgoneta hasta Roma para intentar cumplir lo que en 1959 no pudieron: conocer en persona a la Lollobrigida.

Susana Sotelo dirige un documental sobre el viaje de los dos hombres
"Seguimos la realidad, el guión se puede venir abajo", dice la cineasta

Los orígenes de lo que desembocará en el documental Querida Gina se encuentran en la misma aldea de Juan y Serafín. El director del Festival de Curtametraxes de Cans, Alfonso Pato, propicio el encuentro entre Sotelo y los dos hombres de 73 años que, en Zaragoza, habían trabajado a las órdenes del director estadounidense King Vidor. "Para ellos había sido la experiencia más especial de su vida", explicaba ayer, durante la presentación del proyecto, la realizadora, "pero les faltó culminarla conociendo a Gina Lollobrigida".

La italiana, que ahora cuenta 83 años y vive de la escultura, formaba parte del star system hollywoodense. O Ghordo y O Raposo no consiguieron, entonces, estar a menos de 200 metros de la estrella. "Ahora los llevaremos a Roma a que se encuentren con Gina", asegura Sotelo, quien recuerda bien su primer encuentro con los veteranos extras: "Escucharles contar su experiencia, con toda su efusividad, era un poema: se acordaban de qué ropa llevaban aquel día y de que les prohibían mirar a cámara".

Pero no todo está atado. El productor de Querida Gina, Ángel de la Cruz, promete "abrir todas las puertas, pero serán Juan y Serafín los que hagan las gestiones". Acompañados del actor, y chófer de la furgoneta, Tim Allan, y de una cámara, los dos de Cans recorrerán el norte de la Península Ibérica, la Costa Azul francesa y la Toscana, hasta arribar a Roma "sin pisar una sola autopista". "Si se tratase de una película de ficción, llamaríamos al representante de Gina, y preguntaríamos cuánto cobra", se excusa De la Cruz, "pero se trata de un documental...". "En cualquier caso, ella sabe que tiene unos admiradores por ahí", zanja divertido.

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Y aunque el filme cuenta con un guión, lo que pretende Susana Sotelo "es seguir una realidad, así que el guión se puede venir abajo el segundo día; todo resulta una incógnita". Porque la peculiar road movie en busca de Gina Lollobrigida será algo más, según sus promotores, que el registro del viaje. "Queremos homenajear a toda una generación de trabajadores del cine en la España de los años cincuenta", señala Susana Sotelo. Por Querida Gina desfilarán Gil Parrondo, director artístico y participante en Doctor Zhivago o Patton, o el maquillador José Antonio Sánchez. También lo iba a hacer Teddy Villalba, productor y colaborador de Orson Welles en Mr. Arkadin, pero murió el pasado diciembre.

"La parte cinéfila del documental me atrajo enseguida", ahonda Ángel de la Cruz, "que, a pesar de que nunca me vi en tal aprieto de producir más películas que la mía [Os mortos van á presa], me lancé al proyecto". Aprovechar la historia pequeña de Juan Sánchez y Serafín Rodríguez para hablar a la vez sobre el Hollywood español, cuando en pleno franquismo el productor Sam Bronston se instaló a las afueras de Madrid y facturó Rey de Reyes o 55 días en Pekín, de Nicholas Ray, El Cid o La caída del Imperio Romano. "Pero con Salomón y la Reina de Saba empezó todo aquello", puntualiza.

El extraño viaje de O Ghordo y O Raposo, como rebautizó ayer la cinta De la Cruz en la presentación, contribuirá así a la recuperación de esa memoria secundaria. Lo hará en seis idiomas diferentes -gallego, castellano, catalán, inglés, francés e italiano, "cada una de las personas que aparezcan utilizarán su idioma"- y antes del 13 de noviembre. Para esa fecha, el equipo confía en acabar el rodaje en Roma e iniciar las labores de montaje. "Nada está decidido", concluye la directora Susana Sotelo, "todo dependerá del material en bruto con el que regresen de Italia".

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